Un paseo fotográfico por Kamakura, antigua capital de Japón

Cuatro templos budistas de Kamakura famosos por sus hortensias

Naturaleza Turismo

En Kamakura, tras el florecimiento de los albaricoqueros japoneses y los cerezos en primavera, llega el turno de las hortensias (ajisai) durante la temporada de lluvias. En este artículo el fotógrafo Harada Hiroshi nos muestra varios enclaves de esta ciudad de la prefectura de Kanagawa donde disfrutar de unas vistas increíbles de las ajisai.

Kamakura, la ciudad que alberga el primer templo de las Hortensias de todo Japón

Los templos budistas y los santuarios sintoístas de Kamakura lucen floridos durante casi todo el año. De entre todas las plantas y los árboles de temporada que florecen en la ciudad son especialmente populares las hortensias (ajisai), cuya plena floración coincide con la temporada de lluvias.

El templo Meigetsu, o Meigetsu-in (Kita-Kamakura), fue el precursor de los muchos de todo Japón en recibir el apelativo de templo de las Hortensias. De eso hace más de 50 años, cuando el paisaje maravilloso de este complejo religioso gustó tanto que se puso de moda plantar dichas flores en los templos budistas y los santuarios sintoístas del país.

Escaleras de piedra teñidas de azul por las himeajisai (Hydrangea serrata var. yesoensis forma cuspidata), unas hortensias cuya forma recuerda a las pelotas tradicionales kemari.
Escaleras de piedra teñidas de azul por las himeajisai (Hydrangea serrata var. yesoensis forma cuspidata), unas hortensias cuya forma recuerda a las pelotas tradicionales kemari.

Nuestro paseo comienza en este pionero de los templos de las Hortensias. Esta es la única época del año durante la cual el Meigetsu-in se llena incluso cuando llueve, de ahí que recomendemos ir nada más abre sus puertas o cuando queda poco para que las cierre.

Unas 2.500 plantas de la variedad himeajisai (Hydrangea serrata var. yesoensis forma cuspidata) florecen en distintos tonos azules y lo tiñen todo con sus vivos colores, conocidos como los azules del Meigetsu-in. Uno de los puntos que más gustan a los visitantes se encuentra en las escaleras de piedra, desgastadas por el paso del tiempo, que van desde la taquilla hasta la puerta media y tienen hileras de flores a ambos lados.

Aunque las hortensias suelen ser el objeto de todas las miradas, el jardín Hondō Ushiro alberga una zona llena de lirios japoneses (hanashōbu). Estas flores también lucen preciosas bajo la lluvia, por lo que nadie debería dejar pasar la ocasión de verlas. Además, en el jardín de piedras (jardín seco) situado delante del pabellón principal florece una especie de azaleas carmesíes, de modo que todo el recinto del templo se convierte en un jardín florido.

Los lirios japoneses del jardín también ofrecen unas vistas espectaculares. Está abierto al público durante el período de floración.
Los lirios japoneses del jardín también ofrecen unas vistas espectaculares. Está abierto al público durante el período de floración.

Nada más cruzar el paso a nivel del Meigetsu-in (el tercer paso a nivel de Kamakura), nos acercamos al templo Jōchi. A pesar de ser un templo zen de renombre, son muy pocas las personas que lo conocen como un enclave famoso por sus hortensias, de ahí que se puedan contemplar estas flores en un ambiente tranquilo y relajado.

Gakuajisai del templo Jōchi. En la actualidad las flores están mucho más concentradas que en la imagen.
Gakuajisai del templo Jōchi. En la actualidad las flores están mucho más concentradas que en la imagen.

En la orilla del estanque situado delante de la puerta principal nos encontramos con unas hortensias llamadas gakuajisai (Hydrangea macrophylla f. normalis). Las escaleras de piedra, poco pronunciadas, que llevan desde aquí hasta la puerta del campanario están desgastadas y forman parte de una estampa marcada por el contraste entre la belleza de estas flores efímeras y los muchos años de historia patentes en semejante enclave. Dicho sea de paso, recomendamos detenerse a observar esta última puerta, pues es única en Kamakura por tener colgada una campana en la parte superior.

Tras haber visitado el pabellón principal, si nos adentramos más en el recinto del templo, veremos un barranco en el que florecen unas iwatabako (Conandron ramondioides). Un vistazo más de cerca nos permitirá percatarnos de lo bonitos que son sus minúsculos pétalos, de color morado y con forma de pentáculo.

Animamos a buscar las iwatabako (Conandron ramondioides) que florecen escondidas entre las rocas.
Animamos a buscar las iwatabako (Conandron ramondioides) que florecen escondidas entre las rocas.

De una gema oculta inesperada a un clásico de igual fama que el templo Meigetsu

El templo Hōkoku alberga unos 2.000 bambúes mosos (mōsōchiku).
El templo Hōkoku alberga unos 2.000 bambúes mosos (mōsōchiku).

Al templo Hōkoku, uno de los más populares de Kamakura por la belleza singular de su bosque de bambú, se accede desde la zona urbana, caminando en dirección este por la carretera Kanazawa. Solo los más entendidos saben que este lugar es, además, famoso por sus hortensias, que florecen en distintos puntos del jardín, cubierto de musgo y bambú. El colorido que les añaden a los budas de piedra resulta, sin duda alguna, fascinante. Por si esto fuera poco, hay una casa de té donde se puede tomar matcha mientras se contempla el bosque de bambú y disfrutar así de una experiencia cien por cien japonesa.

Los tonos azules y morados sirven de fondo a estos budas de piedra.
Los tonos azules y morados sirven de fondo a estos budas de piedra.

A continuación tomamos la línea Enoden y nos dirigimos al templo Hase, que compite en popularidad con el templo Meigetsu. Si este último tiene únicamente himeajisai, el primero alberga más de una cuarentena de variedades de hortensia. Además del magnífico colorido, destaca por ser un lugar donde se puede disfrutar de estas flores durante mucho tiempo, ya que las distintas especies alcanzan la plena floración sucesivamente.

El camino de las Hortensias, una pendiente del templo Hase en la que florecen unas 2.500 plantas. Es necesario comprar una entrada aparte.
El camino de las Hortensias, una pendiente del templo Hase en la que florecen unas 2.500 plantas. Es necesario comprar una entrada aparte.

En este templo los visitantes también se agolpan en unas escaleras de piedra repletas de hortensias. Para disfrutar de estas vistas hace falta un boleto numerado, por lo que recomendamos reservarlo con antelación por internet. Desde lo alto se ve, entre las flores, la playa de Yuigahama, un paisaje que tal vez nos sirva para volver a darnos cuenta de que Kamakura es una antigua capital costera sin parangón.

Tras subir unos 200 peldaños, uno se encuentra con unas vistas dignas de Kaikō-san (literalmente, monte del mar de luz), denominación que forma parte del nombre oficial del templo Hase.
Tras subir unos 200 peldaños, uno se encuentra con unas vistas dignas de Kaikō-san (literalmente, monte del mar de luz), denominación que forma parte del nombre oficial del templo Hase.

Texto e imágenes: Harada Hiroshi.

Imagen del encabezado: hortensias en siete colores en el templo Hase.

(Traducción al español del original en japonés)

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