
Heisenji Hakusan, un santuario famoso por su musgo y sus ruinas medievales
Guíade Japón
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Un santuario cubierto de musgo y un nombre confuso
El 80 % de los fósiles de dinosaurios encontrados en Japón han sido desenterrados en la prefectura de Fukui, que se promociona como “el reino de los dinosaurios”. En la salida de la estación de Fukui del tren bala Hokuriku Shinkansen, que comenzó a funcionar en marzo 2024, reciben al visitante varias estatuas de dinosaurios.
Cada vez más turistas visitan la ciudad de Katsuyama, donde se encuentran el sitio arqueológico de la explotación más grande de fósiles de Japón (pueblo de Kitadani), así como el Museo de Dinosaurios de la Prefectura de Fukui (pueblo de Muraoka), uno de los lugares más populares de la prefectura. En una localidad vecina se halla el templo Eiheiji (en el pueblo homónimo), sede de la secta Sōto, que se incluye en un popular recorrido.
Estatua mecánica de un dinosaurio Suchomimus tenerensis frente a la estación de Fukui.
El Heisenji Hakusan, fundado hace 1.300 años, es el santuario más importante de la ciudad de Katsuyama. En las cercanías del camino que conduce a él crecen más de 200 especies de musgo, y esto ha hecho que el lugar se conozca como el “templo del musgo” o el “palacio del musgo”; toda esta zona es parte del Recinto antiguo del templo Hakusan Heisen, designado como sitio histórico de Japón.
Su nombre es confuso, y no es raro que en algunas guías de viaje aparezca con las siguientes dos denominaciones: santuario Heisenji Hakusan o templo Hakusan Heisen. Quienes lo visitan por primera vez se preguntarán si se trata de un templo o un santuario, y si hay alguna diferencia en el orden de los nombres. Para entender la razón de esta confusión es necesario conocer la vasta historia de este lugar sagrado.
El hermoso musgo en las cercanías del sendero que lleva al pabellón de adoración.
Un lugar sagrado relacionado con la apertura del monte Hakusan
El monte Hakusan se encuentra entre las prefecturas de Fukui, Ishikawa, Toyama y Gifu. Es, junto con el monte Fuji y el Tateyama, una de las tres montañas sagradas de Japón. El monje Taichō, nacido en la provincia de Echizen (actualmente el norte de la prefectura de Fukui), practicante de Shūgendō, religión que adora las montañas, fue la primera persona que lo subió para adorarlo.
Una vista mística del musgo iluminado por los rayos del sol frente al pabellón donde está consagrado el monje Taichō.
Taichō buscaba llegar a la cima de este monte sagrado en el año 717, para lo cual hizo una oración en un manantial en las faldas de la montaña. En una roca que se encontraba en medio del estanque se apareció una diosa del monte Hakusan, quien se presentó como la deidad sintoísta Izanami no Mikoto transformada en ese momento en el buda Myōri Daigongen. En esa época, la división entre el budismo y el sintoísmo no era tan clara, por lo que las deidades se transformaban temporalmente en budas o bodhisattvas. En otras palabras, Myōri Daigongen era una manifestación temporal de la diosa Izanami, creadora de la nación y las deidades de Japón.
Taichō conquistó la cima del monte Hakusan gracias a la guía de esta deidad y, al bajar de la montaña construyó un santuario a la orilla del estanque de Hiraizumi, lugar donde se había manifestado Myōri Daigongen. Es así como comienza la historia de este lugar sagrado del sincretismo entre el budismo y el sintoísmo.
El estanque donde se manifestó la diosa es conocido actualmente como Mitarashi-ike u Omitarashi. La pequeña piedra que se observa a centro del estanque es donde se cree que apareció.
Se dice que este árbol sagrado fue plantado por Taichō junto al manantial.
Una ciudad religiosa que albergaba 6.000 edificios
Taichō, que continuó adorando el monte Hakusan, también impulsó la formación ascética en Hiraizumi y otras faldas del monte, para lo cual construyó muchos templos y santuarios. Posteriormente se alejó de Echizen para evangelizar e incluso fue invitado por la corte imperial en Kioto. Gracias al aumento de su fama, al hecho de haber llegado al rango de monje supremo, se extendió la devoción por el monte Hakusan y comenzó a congregarse un gran número de monjes en Hiraizumi.
En 1172 el templo Enryaku del monte Hiei fundó un pabellón de lectura en Hiraizumi. Fue en ese momento cuando la lectura de los kanji del lugar empezó a cambiar de Hiraizumi a Heisen. Gracias al prestigio del templo Enryaku, sede de la secta Tendai, la zona se convirtió en una ciudad religiosa. En el periodo Muromachi (1336-1573), momento de mayor prosperidad del templo, se fundaron muchos pabellones sintoístas y budistas, además de 6.000 edificios que acogían a monjes, y la capacidad productora de su terreno alcanzó los 90.000 koku (medida de producción de arroz), un nivel equivalente al que tenían los señores feudales.
El paraje turístico Tōjinbō debe su nombre a un monje de vida disipada que vivió en el templo Heisen a finales del periodo Heian (794-1185). Al lado del antiguo sendero se conserva el pozo de la residencia de Tōjinbō.
El monumento conmemorativo de Kusunoki Masashige, un general del periodo Nanboku, fue construido en 1336 en las cercanías del pabellón San no miya.
Sin embargo, la presencia de 8.000 monjes armados hizo que el templo se viera involucrado en los conflictos.
Por hallarse del lado de Oda Nobunaga en 1574 se vieron envueltos en la rebelión de la secta Ikkō, que acabó con el monte reducido a cenizas. Cabe destacar que el monte Muraoka, sede de las fuerzas rebeldes, comenzó a ser conocido tras la victoria como Kachiyama (monte de la victoria). Este es el origen del nombre de la ciudad de Katsuyama.
El pabellón de adoración que sobrevive hasta nuestros días fue reconstruido al final del shogunato Tokugawa. Se dice que el que se perdió durante la revuelta de la secta Ikkō tenía un ancho de unos 83 metros.
Los misterios en la historia del templo Hakusan Heisen
Unos diez años después del incendio, el recinto fue reconstruido gracias al apoyo de Toyotomi Hideyoshi. Sin embargo, su extensión quedó reducida a cerca de una décima parte del original. Eso no evitó que durante el periodo Edo (1603-1868), el shogunato protegiera y administrara directamente el monte Hakusan, incluido el templo Heisen, y que incluso se obtuviera el derecho de festejo en el santuario principal de la cima del monte disputado con el santuario principal de Hakusan (posteriormente santuario de Hakusan Hime) de la provincia de Kaga (actual prefectura de Ishikawa).
Sin embargo, con la llegada del periodo Meiji (1868-1912) y debido a la orden de separación entre el budismo y el sintoísmo, el templo Heisen se convirtió en el santuario Hakusan. Se desmantelaron los pabellones budistas y se perdieron incluso los territorios otorgados por el dominio. Al mismo tiempo, la cima del monte Hakusan y los senderos del monte quedaron bajo control del santuario Hakusan Hime, con lo que perdieron por completo su gloria pasada.
La inscripción Hakusan Sansho Daigongen, que se encuentra en lo alto del segundo pórtico torii protegida por un techo, es obra del monje Kōjun, hijo del emperador Nakamikado, que fuera abad de la secta Tendai.
El pabellón principal donde está consagrada Izanami fue reconstruido por el señor del dominio de Fukui en 1795.
En 1935 el recinto fue designado Sitio Histórico de Japón bajo la denominación Ruinas del castillo de Hakusan Heisenji, pero no fue hasta después de los noventa cuando las ruinas fueron reevaluadas. En 1989 se llevó a cabo la primera excavación en los valles del sur y norte, donde se encontraban los edificios que albergaban a los monjes en el periodo de mayor florecimiento de la zona. En los trabajos se descubrieron adoquines y ruinas de fosos que datan del Medievo, además de piezas budistas, armaduras y otros objetos cotidianos. Tras el incendio que consumió el templo en la rebelión de la secta Ikkō, todo quedó resguardado bajo los escombros.
En 1997 se añadieron otros sitios históricos, con lo que su extensión aumentó de 14,6 hectáreas a cerca de 200, casi 10 veces su tamaño original, incluyendo los valles del sur y del norte, así como sus alrededores. La denominación también cambió a Antiguo recinto del templo Hakusan Heisen. Es decir, su nombre oficial en la actualidad es “santuario Heisenji Hakusan”, pero si se habla de la gran ciudad religiosa de la antigüedad, entonces se trata del “templo Hakusan Heisen”.
A partir del pabellón San no Miya, que se encuentra en la parte trasera del principal, se extiende el sendero Echizen Zenjō, que llegaba hasta la cima del monte Hakusan.
Al inicio del sendero se encuentra el Museo Histórico Mahoroba Hakusan Heisenji, donde el visitante encontrará exposiciones de la historia y cultura del sitio histórico del templo Hakusan Heisen.
Las tierras de Heisen, al estar rodeadas por montañas y cubiertas de nieve durante el invierno, mantienen la humedad, lo que favorece el crecimiento de musgo. Se cree que las ruinas sobrevivieron por haber quedado protegidas bajo tierra gracias a las fuertes nevadas, que impedían que la gente se acercara a la zona.
Ahora sabemos un poco más sobre cómo era el templo Hakusan Heisen en la Edad Media, pero las excavaciones no han terminado. Al viajar a la ciudad de Katsuyama recomendamos no solo centrarse en los dinosaurios, sino visitar también este templo de musgo para vislumbrar cómo era en sus años de gloria esta ciudad religiosa que yace bajo la tierra.
Un paisaje hermoso del santuario a primeras horas de la mañana.
Santuario Heisenji Hakusan
- Dirección: Heisenji 56, distrito de Heisenji, ciudad de Katsuyama, prefectura de Fukui.
- Horario: abierto las 24 horas del día, todo el año.
- Entrada gratuita
- Cómo llegar: a 13 minutos en el autobús de la línea Heisenji, hasta la parada Heisenji Hakusan Jinja Mae, desde la estación de Katsuyama de ferrocarriles de Echizen, o 15 minutos en coche desde el intercambio de Katsuyama de la autopista Chūbu Jūkan.
Reportaje, texto y fotografías: equipo editorial de nippon.com.
(Artículo traducido al español del original en japonés.)