Hacia el escenario internacional: la literatura japonesa entre 1951 y 1989

Literatura

Tras la Segunda Guerra Mundial la literatura japonesa comenzó a ser más conocida por todo el mundo, y Kawabata Yasunari se convirtió en el primer ganador del Premio Nobel de Literatura del país, en 1968.

El Tratado de Paz de San Francisco, firmado en 1951, marcó el final de la ocupación estadounidense de Japón durante la posguerra, y permitió que Japón recobrara su soberanía el año siguiente. A lo largo del resto de la era Shōwa (1926-1989) el rápido crecimiento impulsó al país hasta convertirlo en la segunda economía del mundo. Durante ese mismo periodo su literatura saltó al escenario internacional mediante una serie de traducciones, y sus principales escritores llegaron a ser considerados para el Premio Nobel. Las tendencias generales del momento incluían una segunda ola de influencias occidentales y la desintegración de los límites entre géneros.

Aspirantes al Nobel

De entre el triunvirato que se ganó abundante reputación internacional por medio de las traducciones, fue Kawabata Yasunari el primero en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1968. En su obra maestra de posguerra Yama no oto (El rumor de la montaña), serializada entre 1949 y 1954, el anciano patriarca protagonista se preocupa por la muerte, e imagina que puede escucharla en el rumor de un risco cercano. Los registros oficiales muestran que Tanizaki Jun'ichirō también fue sólido candidato para el Premio Nobel, antes de su muerte en 1965.

Mishima Yukio fue el tercer miembro de este grupo, y otro candidato al Nobel. Su obra de 1956 Kinkakuji (El pabellón de oro) reinterpreta el histórico incendio provocado del templo de Kioto que el título menciona. La tetralogía Hōjō no umi (El mar de la fertilidad), publicada entre 1969 y 1971, es una historia centrada en cuatro personajes unidos por una misma marca de nacimiento, y perfila a Japón a lo largo de las décadas del siglo XX. En 1970 Mishima saltó a los titulares internacionales al cometer suicidio ritual mediante seppuku, tras el fracaso de su intento de atraer a miembros de las Fuerzas de Autodefensa a su causa.

Las novelas de vanguardia de Abe Kōbō, pobladas por personajes alienados de la sociedad, provocó comparaciones con los escritos de Franz Kafka. En su obra de 1962 Suna no onna (La mujer de la arena) un profesor queda atrapado en un pueblo en el que lo obligan a pasar los días cavando arena. En Hako otoko (El hombre caja), de 1973, llega a extremos aún más absurdos: el protagonista se enfrenta al anonimato enfundándose una caja de cartón.

La novela de Ōe Kenzaburō de 1964 Kojinteki na taiken (Una cuestión personal), basada en su propia experiencia, describe a un joven padre que lucha con la responsabilidad de cuidar a un hijo con daño cerebral. Su clásico de 1967 Man'en gannen no futtobōru (El grito silencioso) está ambientado en una remota aldea de Shikoku a la que dos hermanos regresan para hacer frente a sus propias crisis individuales, y descubrir secretos de familia.

Lectura más variada

Otros escritores notables de la época incluyen a Enchi Fumiko, cuya obra Onnazaka (Los años de espera), publicada en partes entre 1949 y 1957, narra la desilusión de una mujer del siglo XIX que se ve obligada a contratar a una serie de “doncellas” para satisfacer la lujuria de su marido.Chinmoku (Silencio), la novela de Endō Shūsaku de 1966, cuenta las duras pruebas a las que debe enfrentarse un misionero jesuita del siglo XVII perseguido por las autoridades. Hikari no ryōbun (Territorio de luz; sin publicar en español), obra de Tsushima Yūko de 1979, presenta una serie de episodios en la vida de una joven madre soltera.

La saga épica de ficción histórica Saka no ue no kumo (Nubes sobre la colina; sin publicar en español), sobre la guerra ruso-japonesa de 1904-1905 y el periodo circundante de historia japonesa, impulsó a Shiba Ryōtarō a las listas de los más vendidos al ser serializada entre 1968 y 1972. Matsumoto Seichō se ganó una legión de aficionados por su enfoque en el realismo en su obra de 1958 Ten to sen (Puntos y líneas) y otros volúmenes de misterio. El gran éxito de 1973 del escritor de ciencia-ficción Komatsu Sakyō Nippon chinbotsu (Japón se hunde), en el que imaginaba un terrible terremoto que sumergía bajo el mar el país entero, vendió más de cuatro millones de copias.

Caras nuevas

En los setenta y los ochenta los nuevos escritores más populares difuminaron las fronteras entre la ficción literaria y la de género. A Murakami Haruki le llegó la fama a partir de su éxito de ventas Noruwei no mori (Tokio blues - Norwegian Wood), en 1987. La primera novela de Murakami Ryū, Kagirinaku tōmei ni chikai burū (Azul casi transparente), de 1976, una historia de personajes jóvenes perdidos en una maraña de sexo, violencia y drogas, marcó el tono nihilista de su obra posterior. La novela de 1988 de Yoshimoto Banana Kitchin (Kitchen), sobre una joven que se recupera de su dolor, resonó en los corazones de muchos lectores.

Tanikawa Shuntarō destacó como uno de los poetas japoneses de vanguardia durante la posguerra. Sus Nuevas Poesías Escogidas (sin publicar en español) contienen poemas tan esenciales como Nijūoku kōnen no kodoku (Dos mil millones de años-luz de soledad), de su primera colección, bajo el mismo nombre. Tawara Machi puso una nueva luz sobre el tanka con su versión contemporánea de esa forma poética en su colección de 1987 Sarada kinenbi (El aniversario de la ensalada).

Cinco obras de 1951-1989

Kinkakuji, 1956, Mishima Yukio

Un chico de familia pobre, hijo de un monje budista, crece con el templo Kinkakuji de Kioto siempre en la mente. Más adelante lo nombran acólito en dicho templo y se obsesiona con la idea de su destrucción.

Traducción: El pabellón de oro, de Carlos Rubio (Alianza editorial).

Suna no onna, 1962, Abe Kōbō

Un profesor de instituto sale en una expedición a capturar insectos junto a unas dunas de arena y se queda a pernoctar en casa de una aldeana, una joven viuda. El día siguiente, la escala de cuerda que usó para bajar hasta la casa ha desaparecido, y no puede salir del lugar.

Traducción: La mujer de arena, de Kazuya Sakai (Ediciones Siruela)

Kojinteki na taiken, 1964, Ōe Kenzaburō

Un joven intelectual es padre de un niño con discapacidad mental, y busca escapar de sus responsabilidades por medio del sexo y el alcohol.

Traducción: Una cuestión personal, de Yoonah Kim (Anagrama)

Chinmoku, 1966, Endō Shūsaku

Un sacerdote jesuita portugués trata de enseñar y mantener el cristianismo en el Japón del siglo XVII, una época en la que esa fe está prohibida y sus creyentes perseguidos.

Traducción: Silencio: la aventura de los jesuitas en el Japón del siglo XVII, de Jaime Fernández y José Vara (Edhasa)

Noruwei no mori, 1987, Murakami Haruki

Una historia sobre la llegada a la madurez de unos estudiantes en el Tokio de los sesenta que se ganó los corazones de millones de lectores con sus meditaciones sobre el amor y la pérdida.

Traducción: Tokio blues - Norwegian Wood, de Lourdes Porta Fuentes (Tusquets Editores)

(Artículo traducido al español del original en inglés. Imagen del encabezado: Kawabata Yasunari, en el centro, alza un vaso el 17 de octubre de 1968 en su casa de Kamakura para celebrar que ha ganado el Premio Nobel de Literatura ese año. © Jiji Press)

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