Dioses de los mitos y leyendas de Japón

El misterioso dios Hachiman y la leyenda de Susanoo y Yamata no Orochi

Cultura Vida

Hay aproximadamente 80.000 santuarios en Japón, cada uno dedicado a una deidad o deidades diferentes. A lo largo de la historia de un santuario, además, pueden cambiar o aumentar sus deidades. En esta entrega presentaremos a Susanoo, conocido como dios del emparejamiento, y a Hachiman, la deidad más venerada y misteriosa de Japón.

Un santuario dedicado a Susanoo: de bruto a héroe

Amaterasu, diosa suprema, tenía un hermano menor llamado Susanoo. Es un dios que nació cuando su padre, Izanaki, se lavó la nariz. Susanoo era alguien problemático; cometió actos muy violentos en Takamanohara, donde Amaterasu residía, y sumió en caos el mundo entero. Cuando fue expulsado de Takamanohara y llegó a Izumo (en la actual prefectura de Shimane), realizó no obstante una hazaña heroica.

El reinado de Yamata no Orochi

En Izumo, Susanoo se encontró con una pareja de ancianos que lloraban y con su hija, Kushinadahime (hime significa “princesa”). Cuando les preguntó por qué lloraban, dijeron que cada año aparecía un monstruo horrible y se comía a una de sus hijas; esa vez le tocaba el turno a Kushinadahime, la última de las ocho hermanas. El monstruo era Yamata no Orochi, una serpiente de ocho cabezas y ocho colas, tan gigantesca que su cuerpo abarcaba ocho montañas y ocho valles.

Susanoo aseguró que se desharía de Yamata no Orochi con la condición de que Kushinadahime se casara con él; les pidió que prepararan un sake fuerte y lo sirvieran en ocho jarras. Orochi llegó y se bebió el alcohol con sus ocho cabezas; cuando se quedó dormido, ya borracho, Susanoo lo cortó en pedazos con la espada que llevaba en la cintura. Al abrirle una de las colas, apareció una fina espada, que posteriormente se legó a la familia imperial y es conocida como Kusanagi no Tsurugi. Es uno de los “tres tesoros sagrados”.

Susanoo y Kushinadahime. (Ilustración: Satō Tadashi)
Susanoo y Kushinadahime. (Ilustración: Satō Tadashi)

El mito de un héroe que derrota a un monstruo y salva a una doncella es un motivo universal que podemos encontrar en historias de todo el mundo. El mito griego más típico en este sentido es del héroe Perseo, que salva a Andrómeda de un monstruo marino; es por eso que el mito de Susanoo e historias similares se denominan “de tipo Perseo-Andrómeda”.

Orar por el matrimonio en lugares relacionados con Susanoo y Kushinadahime

Izumo, el escenario de este mito, cuenta con muchos santuarios relacionados con Susanoo. También es un héroe y dios de la guerra, y hoy en día son muchos los visitantes que acuden a él para orar por su matrimonio. El mito de la muerte de Yamata no Orochi probablemente se percibe como una historia de amor en la que Kushinadahime y Susanoo deben superar las dificultades para estar juntos.

El nuevo hogar de Susanoo y Kushinadahime estaba ubicado en Suga, del que Susanoo dijo: “Al llegar a este lugar, mi corazón se sintió renovado”. Se refiere a lo que ahora es el santuario Suga, en la ciudad de Unnan, en la prefectura de Shimane. El okumiya, “pabellón interior” al que se llega subiendo por un sendero montañoso, tiene tres formaciones rocosas llamadas iwakura, donde habitan los dioses. Estas pertenecen a Susanoo, Kushinadahime y su deidad infantil (mikogami, la deidad que reside en una relación entre padres e hijos) Yashimajinumi. Muchas personas se dirigen a las iwakura para orar fervientemente por el matrimonio.

El santuario Suga, en la prefectura de Shimane. El monumento de piedra a la derecha, en primer plano, lleva grabado un poema que el renovado Susanoo, al ver unas hermosas nubes alzarse, escribió. Se dice que es el primer poema waka de Japón, y también el origen del topónimo de Izumo. (PIXTA)
El santuario Suga, en la prefectura de Shimane. El monumento de piedra a la derecha, en primer plano, lleva grabado un poema que el renovado Susanoo, al ver unas hermosas nubes alzarse, escribió. Se dice que es el primer poema waka de Japón, y también el origen del topónimo de Izumo. (PIXTA)

Hay otros lugares donde se dice que vivieron Susanoo y Kushinadahime. Uno de ellos es el santuario Yaegaki en la ciudad de Matsue. El “estanque del espejo” de este santuario es famoso como lugar de adivinación sobre el matrimonio. Se coloca una moneda sobre papel japonés y se hace flotar en el estanque. ¿Se hundirá rápidamente o tardará cierto tiempo? ¿Se hundirá cerca o lejos? Dependiendo de cómo se hunda se puede predecir cuándo se formará una relación, y la distancia entre el suplicante y la otra persona.

Adivinación en el “estanque del espejo” del santuario Yaegaki en la ciudad de Matsue. (PIXTA)
Adivinación en el “estanque del espejo” del santuario Yaegaki en la ciudad de Matsue. (PIXTA)

Lafcadio Hearn (Koizumi Yakumo), que visitó esta zona en el período Meiji después de leer el mito de Yamata no Orochi, también escribió sobre la cantidad de jóvenes que oraban por el matrimonio en el santuario Yaegaki. Susanoo es un héroe del amor tanto en el pasado como ahora.

Ookuninushi. (Ilustración: Satō Tadashi)
Ookuninushi. (Ilustración: Satō Tadashi)

Ookuninushi, descendiente de Susanoo, heredó a su vez la capacidad de bendecir el éxito en el amor. Esta deidad también recuerda el mito del “Conejo Blanco de Inaba”. A un conejo que lloraba después de haber sido desollado en venganza por engañar a un tiburón, este dios le enseña cómo tratar la herida lavándola con agua dulce y rodando por el suelo, sobre el cual se había esparcido polen de espadaña. Ookuninushi posee una fuerte imagen de amabilidad, pero también es gobernante de la tierra y un dios muy popular. Según el Kojiki tuvo seis esposas y 180 hijos. Es la deidad consagrada del santuario Izumo Taisha, también famoso como dios del emparejamiento.

Santuarios Hikawa en todo el país

Los santuarios dedicados a Susanoo no solo se encuentran en la prefectura de Shimane. Los santuarios Hikawa, de los cuales hay alrededor de 280 en todo Japón, principalmente en las prefecturas de Saitama y Tokio, también están consagrados a Susanoo. Se dice que la propia etimología de “Hikawa” proviene del río Hiikawa (en la prefectura de Shimane), escenario del mito de Yamata no Orochi.

Salón de culto del santuario Musashi Ichinomiya Hikawa. (PIXTA)
Salón de culto del santuario Musashi Ichinomiya Hikawa. (PIXTA)

La sede central del santuario Hikawa es el santuario Musashi Ichinomiya Hikawa en el distrito de Ōmiya, ciudad y prefectura de Saitama. Ichinomiya es un nombre que hace referencia a un sistema creado a principios del período Heian y que indica el santuario de mayor rango en cada provincia. Es pues evidente que este dios ha sido venerado en la región de Kantō desde la antigüedad.

El agua que brota del “estanque de serpientes” en el recinto desemboca en el “estanque Kami”. El mito de Yamata no Orochi, el dios serpiente, está probablemente relacionado con la abundancia de agua. En tiempos recientes también se ha hecho popular para orar por el emparejamiento.

El santuario Hachiman, dedicado a la deidad guardiana del trono imperial y a familias samurái

De los aproximadamente 80.000 santuarios que hay en todo el país, Hachimanshin es el más venerado. Si se incluyen los dioses adorados en pequeños santuarios, casas privadas y empresas, hay más dioses Inari (de los que hablamos a continuación), pero si contamos los santuarios oficiales de cada deidad, los de Hachiman son los más comunes.

Hachiman es un dios con muchos misterios. El nombre no aparece ni en Kojiki ni en Nihon shoki, y se desconoce su origen. Originalmente era una deidad adorada en la ciudad de Usa, prefectura de Oita, en Kyūshū, pero luego se asumió que se trataba del decimoquinto emperador, Ōjin. Hachimanshin, por tanto, se posicionó como dios ancestral del emperador junto a Amaterasu.

Fue al erigir el Gran Buda del templo Tōdaiji cuando la corte imperial comenzó a conceder importancia a los dioses adorados en Kyūshū. Durante el período Nara, el dios Hachiman anunció en un oráculo que cooperaría en la construcción del Gran Buda. Después de ese anuncio divino la fe en Hachiman continuó creciendo en la capital, donde los oráculos servían también para proteger el trono imperial durante las luchas de poder en torno a la familia imperial. La corte imperial también le otorgó a Hachiman el título de Bodhisattva debido a sus obras, y a medida que progresaba el sincretismo entre el sintoísmo y el budismo, se fue convirtiendo en dios protector del budismo.

Santuario Iwashimizu Hachimangū (Kioto). (PIXTA)
Santuario Iwashimizu Hachimangū (Kioto). (PIXTA)

Con el tiempo se le consagró un santuario en el sur del palacio Heian, el cual se convertiría en el actual santuario Iwashimizu Hachimangū. Minamoto no Yoshiie, el antepasado de Minamoto no Yoritomo, quien más tarde fundara el shogunato Kamakura, se hacía llamar Hachimantarō Yoshiie porque celebró el ritual de su mayoría de edad en este santuario. Los Genji creían en Hachimanshin como deidad guardiana del clan. El santuario Tsurugaoka Hachimangū en Kamakura es conocido por su conexión con Yoshiie y Yoritomo.

Cuando Minamoto no Yoritomo comenzó el sistema político de los samuráis, muchos de ellos creían en Hachiman por considerarse conectados al clan Minamoto; por eso Hachiman se convirtió en la deidad guardiana del clan Minamoto y de los samuráis, y fue adorado en todo el país.

Orar por un parto fácil y un crecimiento seguro para los hijos

Muchos de los santuarios Hachiman están dedicados no solo a Hachimanshin (el emperador Ōjin), sino también a su madre, la emperatriz Jingū, y a su padre, el emperador Chūai, y varias himegami (la esposa o hija de la deidad que preside, o una diosa estrechamente relacionada), adorados también en conjunto.

El Kojiki y el Nihon shoki cuentan la historia de la emperatriz Jingū y el emperador Ojin de esta manera.

Un día, el emperador Chūai partió al frente de su ejército con la emperatriz Jingū para derrotar a una fuerza hostil en Kyūshū, pero murió por no haber creído en el oráculo divino que le decía que se dirigiera a la península de Corea. La emperatriz Jingū ocupó así el lugar de su marido, y envió tropas a Corea. En ese momento la emperatriz estaba embarazada, y se puso de parto durante la batalla. Colocó una piedra en su cintura para calmar sus dolores, y tras regresar de Corea, dio a luz de forma segura.

Sin embargo, el emperador Chūai tuvo otros hijos que aspiraban al trono imperial. Por lo tanto, para que su hijo recién nacido ascendiera al trono, la emperatriz Jingū usó su ingenio y mintió diciendo a sus enemigos que su hijo había muerto, con lo que pudo sorprenderlos con la guardia baja y eliminarlos. De este modo el emperador Ōjin ascendió al trono gracias al poder de su madre, la emperatriz Jingū.

Estatua de la emperatriz Jingū abrazando al emperador Ōjin en los terrenos del santuario Umi Hachiman. (PIXTA)
Estatua de la emperatriz Jingū abrazando al emperador Ōjin en los terrenos del santuario Umi Hachiman. (PIXTA)

Debido a estas historias, algunos santuarios de Hachiman son famosos por su ayuda para un parto y una crianza seguros. El santuario Umi Hachimangū, en la prefectura de Fukuoka, lugar de nacimiento del emperador Ōjin, es un ejemplo representativo. También hay una estatua de su madre, que lo sostiene en sus brazos, en el recinto del santuario. Incluso entre diversos santuarios Hachiman, consagrados al mismo dios, hay diferencias: algunos lo adoran como deidad guardiana de los samuráis y el dios de la guerra, mientras que en otros se le reza por el crecimiento seguro de los niños. La creencia en Hachiman es, como puede comprobarse, muy polifacética.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: ilustración de Satō Tadashi.)

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