Un paseo por la línea Yamanote

De Ōsaki a Tamachi: explorando el sudeste de la línea Yamanote

Turismo

Los rascacielos residenciales de Ōsaki y Shibaura y la gigantesca remodelación entre Shinagawa y Takanawa Gateway podrían representar la nueva cara de Tokio. Aun así, la calle comercial retro a lo largo de lo que solía ser la antigua carretera Tōkaidō es un recordatorio de que el barrio de Shinagawa no deja de estar impregnado de historia y tradición.

Lo viejo y lo nuevo en el extremo sur del Yamanote

Nuestro paseo por la línea Yamanote comienza en la estación de Ōsaki, el extremo sur del bucle y uno de los barrios recientemente remodelados de Tokio. Esta es una parte de Tokio que los turistas extranjeros apenas ven. ¿Por qué deberían aventurarse hasta aquí, de todas formas? Supongo que esa es la diferencia entre un turista ocasional y un viajero dedicado, o un explorador urbano: este último encuentra cosas interesantes donde los demás solo ven lo mundano, lo banal.

Las estaciones del bucle de la línea Yamanote. (© Pixta)
Las estaciones del bucle de la línea Yamanote. (© Pixta)

Caminar por Ōsaki New City, este nuevo proyecto mixto residencial y comercial, es como entrar en uno de esos vídeos promocionales en los que las constructoras anuncian un nuevo enclave urbano paradisíaco. Parece a un tiempo surrealista y estimulante.

Las orillas del río Meguro, cerca de Ōsaki, han sido recientemente reurbanizadas. (© Gianni Simone)
Las orillas del río Meguro, cerca de Ōsaki, han sido recientemente reurbanizadas. (© Gianni Simone)

Aunque la estación está rodeada por un bosque de brillantes rascacielos, basta con subir a una colina cercana para llegar a lugares de interés de una época más antigua: el santuario sintoísta Irugi, de 400 años de antigüedad, y su vecino budista, el templo Kannonji (観音寺). El santuario Irugi, que combina a la perfección las creencias religiosas y el comercio, cuenta con un hermoso despliegue de coloridas banderas tradicionales, cada una de las cuales anuncia un tipo diferente de oración por la que se puede pagar, desde rezos para aprobar un examen de acceso a la escuela, o librarse de una molesta enfermedad, hasta plegarias para dar a luz a un niño sano, tener éxito en los negocios o encontrar nuestra alma gemela.

Por un precio, el santuario ofrece muchos tipos de oraciones y amuletos. (© Gianni Simone)
Por un precio, el santuario ofrece muchos tipos de oraciones y amuletos. (© Gianni Simone)

Finalmente me refugio en las amables orillas del río Meguro y camino río abajo hacia el punto donde la Yamanote dobla bruscamente a la izquierda y se dirige hacia el norte. Los caminantes curiosos quizá quieran comprobar qué hay más allá de los condominios que abarrotan la orilla del río. Como si peláramos una capa de una cebolla del tamaño de una ciudad, encontramos otra colina. Aquí, en medio de esta megalópolis que parece no dormir nunca, este pequeño barrio aislado se muestra como improbable paraíso verde.

Sus calles son excepcionalmente silenciosas, y dependiendo de la sensibilidad auditiva, los oídos del visitante captarán el susurro de las hojas o la respiración constante de los edificios: el largo y prolongado zumbido del aire acondicionado y el sordo zumbido de los aparatos eléctricos.

Trenes y tumbas famosas

Mi siguiente objetivo es el puente Iruki. Desde aquí tengo una hermosa vista del Shinkansen, que se acerca lentamente a Shinagawa, y los verdes vagones de la Yamanote cuando salen a toda velocidad de la estación. Si se tiene paciencia y suerte, se puede ver cómo los dos trenes se superponen.

Se trata de un lugar realmente emocionante para los amantes de los trenes, que pueden admirar el paso de diferentes modelos, incluidos los convoyes azules de la línea JR Keihin Tōhoku y los rojos de la línea Keikyū.

Pero eso no es todo: un cementerio centenario que pertenece a Tōkaiji, venerable templo budista, yace encajonado entre múltiples vías férreas por las que los trenes no dejan de pasar, uno tras otro. Aquí los muertos solo pueden descansar en paz por la noche.

Además, este es posiblemente el único lugar donde se puede llegar a estar tan cerca de los trenes Shinkansen “en libertad” (es decir, fuera de una estación) que casi se pueden tocar. Un pequeño sendero en el laberíntico cementerio termina abruptamente contra el muro del ferrocarril, y mientras uno se pregunta qué significa todo esto, un tren bala lo sorprende, despertándolo de su ensoñación.

El cementerio centenario de Tōkaiji se encuentra encajonado entre las líneas Shinkansen, Yamanote y Keikyū. (© Gianni Simone)
El cementerio centenario de Tōkaiji se encuentra encajonado entre las líneas Shinkansen, Yamanote y Keikyū. (© Gianni Simone)

Ahora, caminando hacia el norte por la primera carretera Keihin en dirección a Shinagawa, llego al enorme tramo de escaleras que conduce al santuario Shinagawa. Al fondo de su recinto sagrado se encuentra la tumba de Itagaki Taisuke (1837-1919), un patriota del dominio de Tosa, en la actual prefectura de Kōchi, que lideró el Movimiento por la Libertad y los Derechos del Pueblo en la era Meiji (1868-1912). Sin embargo, me interesa más la calle comercial que espío al otro lado de la amplia avenida.

Barrios tradicionales junto a lo más nuevo de Tokio

Después de haberme hartado de ver ferrocemento, la zona de Kita-Banba me parece más cálida e íntima; un oasis de casas de dos y tres pisos. Estrechas calles laterales cubiertas de plantas silvestres; un pequeño y colorido templo en el barrio; una tienda de zōri y geta (calzado tradicional) que —según me cuenta su joven propietaria— se construyó durante la era Meiji (1868-1912); una ferretería llamada Hoshino, lo suficientemente antigua como para tener su nombre escrito de derecha a izquierda, como se solía hacer antaño; gente que se detiene de camino a casa para charlar con sus vecinos.

Una de las tiendas más antiguas a lo largo del viejo Tōkaidō es una tienda de calzado tradicional que abrió durante la era Meiji. (© Gianni Simone)
Una de las tiendas más antiguas a lo largo del viejo Tōkaidō es una tienda de calzado tradicional que abrió durante la era Meiji. (© Gianni Simone)

La ferretería Hoshino es tan antigua que su nombre se escribe de derecha a izquierda. (© Gianni Simone)
La ferretería Hoshino es tan antigua que su nombre se escribe de derecha a izquierda. (© Gianni Simone)

La estación de Shinagawa, no muy lejos al norte de Kita-Banba, ocupa un lugar de honor en la historia de Tokio. Después de todo, fue el punto de partida de la línea Yamanote original (40 años antes de que se completara el bucle) y la primera víctima de la furia de Godzilla cuando el monstruo visitó Tokio en la película original de 1954.

Resulta difícil imaginar que la estación diera directamente al mar. De hecho, toda la zona al este de la estación es tierra ganada al mar. Durante muchos años, los barrios de Kōnan y Shibaura, situados entre las estaciones de Shinagawa y Takanawa Gateway, fueron lugares solitarios llenos de almacenes, fábricas e instalaciones del Gobierno metropolitano. Sin embargo, desde el cambio de siglo, los promotores se han hecho con el control de este costoso terreno, construyendo una torre de condominios tras otra y atrayendo a muchas familias jóvenes.

El canal Takahama fluye junto a los nuevos barrios residenciales al este de la estación de Shinagawa. (© Gianni Simone)
El canal Takahama fluye junto a los nuevos barrios residenciales al este de la estación de Shinagawa. (© Gianni Simone)

El amplio parque Kōnan Ryokusui, bordeado por el monorraíl de Tokio, está lleno de niños que corren, saltan y gritan. Me pregunto qué hacen aquí, en esta especie de tierra de nadie que hasta hace ciento cincuenta años aún era mar abierto. Puede que la zona haya sido urbanizada y colonizada (cuento cinco rascacielos alrededor del parque), pero sigue pareciendo extraña y artificial, como si la gente no debiera estar aquí.

Al otro lado del canal, un revoltijo de almacenes grises supervivientes, grúas y barcos pesqueros nos recuerdan que esta no es la típica zona residencial y que aún conserva las asperezas de una versión más antigua y arenosa de Tokio.

Urbanización en torno a la estación más nueva de la Yamanote

Takanawa Gateway, la nueva joya de la corona de Yamanote (se inauguró en 2020), representa el futuro de Tokio. El edificio de la estación, diseñado por Kuma Kengo, es sin duda hermoso, pero la zona circundante sigue siendo una obra en construcción. Incluso los sábados se pueden escuchar ruidos de martillos, taladros, serruchos y otros molestos sonidos que proceden de la gigantesca obra junto a la estación.

La recién construida estación de Takanawa Gateway, obra del arquitecto Kuma Kengo. (© Gianni Simone)
La recién construida estación de Takanawa Gateway, obra del arquitecto Kuma Kengo. (© Gianni Simone)

Una de las víctimas del proyecto es el túnel obake (fantasma). Este infame lugar también se conoce como el túnel kubi-magari (de doblar el cuello), porque su techo es tan bajo (170 centímetros) que las personas más altas deben agacharse para atravesarlo. Actualmente se está excavando una nueva carretera para coches, así que el túnel tiene los días contados.

El túnel obake solo tiene 170 centímetros de altura. (© Gianni Simone)
El túnel obake solo tiene 170 centímetros de altura. (© Gianni Simone)

Terminamos este paseo en Shibaura, cerca de la estación de Tamachi. Esta isla artificial es otro oasis residencial de paz para privilegiados y arribistas. Las gigantescas losas de hormigón habitadas, como la torre Grove y la torre Bloom, me hacen preguntarme qué les ocurrirá a sus residentes cuando se produzca el próximo gran terremoto y se enfrenten a la poco envidiable perspectiva de quedarse atrapados en sus casas sin ascensor, subiendo 20 o 30 pisos por las escaleras, cargados con agua y comida.

Sentado en un banco frente a uno de los canales, considero la situación mientras observo cómo se deslizan sobre el agua los elegantes trenes monorraíl.

(Artículo traducido al español del original en inglés. Imagen del encabezado: el monorraíl de Tokio se desliza sobre la bahía, junto a la estación de Tamachi - © Gianni Simone.)

Tokio Historia de Japón línea Yamanote