El ‘Man'yōshū’ y Reiwa, ecos del pasado en una nueva era

El ‘Man'yōshū’ y la era Reiwa: toques sentimentales en la historia

Cultura Literatura

El poemario japonés del siglo VIII es un muestrario sentimental de personajes ilustres y anónimos que vivieron en aquella lejana época, lo que le confiere un atractivo que no podemos encontrar en los libros de historia.

Dice el Man´yōshū que el noble Shiki no Miko nos dejó el siguiente poema sobre el traslado de la capital de Asuka a Fujiwara.

Uneme no
sode fukikaesu
Asuka-kaze
miyako wo tōmi
itazura ni fuku

(Shiki no Miko, poema 51 del Libro I)

En japonés moderno quedaría algo así:

Uneme-tachi no
sode wo fukikaeshite ita
Asuka-kaze wa
miyako ga tōnoite shimatta node… Ima wa munashiku fuite iru.

El viento de Asuka que otrora
hiciera ondear las mangas
de los kimonos de las uneme,
ahora que la Corte está lejos
continúa soplando en vano.

El Man´yōshū, elaborado a mediados del siglo VIII, contiene 4.516 poemas. Tanto el Kojiki como el Nihon Shoki, que datan de la primera mitad de ese mismo siglo, son libros de historia. La historia pertenece al ámbito público. Pero los poemas japoneses expresan sentimientos y emociones personales. Por ello, podemos decir que los japoneses, tradicionalmente, nos hemos servido de la poesía para expresar nuestros sentimientos amorosos y nuestras cuitas.

En el Nihon Shoki se nos dice que la capital del país fue trasladada de Asuka (actual municipio homónimo, si bien escrito con diferentes ideogramas, en la prefectura de Nara) a Fujiwara (Kashihara, ídem), en un año correspondiente al 694 del calendario occidental. Todo ello pertenece al ámbito público de la historia. Frente a ello, Shiki no Miko (¿?-circa 715) narra en su poema que las uneme, damas de la Corte que se ocupaban de atender al Emperador y otros miembros de la familia, se han trasladado ya a Fujiwara. Y nos transmite también que, cuando Asuka era la capital, moraban en ella muchas uneme, recordando con nostalgia y tristeza cómo el viento hacía ondear las holgadas mangas de sus kimonos. De aquellas escenas llenas de gracia y distinción solo queda el viento, que sigue soplando ya sin objeto. Es el mismo traslado de la capital, pero desde la perspectiva de cómo se ha visto sentimentalmente afectado por el mismo un determinado individuo. Una cuestión, pues, muy personal.

Frente al ámbito público de lo histórico está este otro ángulo privado, de los sentimientos. No habrá dos personas que tomen de la misma manera un acontecimiento como, por ejemplo, unos Juegos Olímpicos. La historia no consiste solo en narrar las hazañas de los grandes personajes. Cada uno lleva dentro sus propios “juegos olímpicos”. Yo veo el Man´yōshū como un precioso documento que nos transmite el gigantesco bagaje sentimental de quienes vivieron en aquel siglo VIII.

Fotografía del encabezado: PIXTA.

literatura japonesa Reiwa