El ‘Man'yōshū’ y Reiwa, ecos del pasado en una nueva era

El ‘Man’yōshū’ y la era Reiwa: Un destello de ira en el armonioso mundo del ‘tanka’

Cultura

El del tanka es un mundo más estático que dinámico, con la armonía como nota dominante. Pero incluso en él es posible encontrar poemas como este, en el que una mujer despechada da rienda suelta a su ira.

Sashiyakan
Oya no shikoya ni
kakisuten
yaregomo wo shikite
uchioran
shiko no shikote wo
sashikaete
nuran kimi yue

akane sasu
hiru wa shimira ni
nubatama no
yoru wa sugara ni
kono toko no
hishi to naru made
nagekitsuru ka mo.

Que en japonés moderno sería:

Yakiharatte shimaitai
chippoke na onboro koya ni
sutesatte yaritai
yaburegomo shiite
heshiotte yaritai
(ano onna no) kitanarashii bukakkō na te to
te to te wo kawasiatte...
tomone wo shite iru darō, anata no koto wo omou yue ni

akane sasu
hiru wa hinemosu
nubatama no
yo wa yo mo sugara
kono toko ga
hishi-hishi to naru made ni
(watashi wa modae!) nageite shimau.

Por culpa que esa
que con sus sucias manazas toma las suyas
-con gusto le retorcería una-
en su mugrienta yacija
-¡a la basura con ella!-
de esa mísera casucha
-¡fuego le prendería!-
no hago más que pensar que tú
con ella yaces,
y hago chirriar mi lecho
con mis gemidos
los largos días
de rutilante sol
y las largas noches
de tinieblas llenas.

(Autor no consignado, poema 3.270 del Libro XIII)

 

No tengo nada contra Picasso, pero a veces suelo decir, charlando con los amigos, que aunque una obra suya pueda sentarle bien a la casa, 10 la convertirían en la casa de los horrores.

El arte premoderno, aquí y en cualquier otro lugar del mundo, estaba hecho, por lo general, para transmitir paz y sosiego al que lo contemplaba. Eran muy raras las obras que transmitían celos, cólera y otros sentimientos encendidos. Esto es especialmente cierto en el mundo del tanka (poema de 31 sílabas) tal como fue a partir uno de sus principales cultivadores, Kakinomoto no Hitomaro. Es este un mundo estático más que dinámico en el que la belleza de lo armónico ha sido siempre la nota dominante. Y precisamente en ese mundo es donde teníamos que encontrar esta perla.

Este atípico poema nos presenta a una mujer que ve cómo otra se lleva a su hombre. Ahora imagina despechada las colchas y sábanas que cubrirán el suelo de la habitación de la otra, y quisiera rasgarlas y hacerlas trizas. ¿La casa de la otra? ¡Prenderle fuego! ¿Y a ella? ¡Romperle un brazo! Por decirlo que no quede.

Lo gracioso es que contra él no parece albergar ánimo hostil. Será porque los celos contra su rival están en relación directa con el amor hacia él. Cuanto mayor es el amor, mayor es la cólera hacia la otra.

También de este tipo encontramos poemas en el Man’yōshū.

Fotografía del encabezado: PIXTA.

literatura japonesa Reiwa Man'yōshū