El renacimiento del “ikebana”, una lucha entre la tradición y la originalidad

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Japón puede presumir de tener una cultura del arreglo floral, el ikebana, con 550 años de historia. El maestro Kariyazaki Shogo se sirve de este tradicional arte para crear sus obras originales. En estos momentos, desarrolla su actividad artística por todo el mundo; le hemos preguntado sobre la actual situación del arreglo floral japonés en otros países y de cómo las flores pueden crear puentes para fomentar el intercambio cultural.

KARIYAZAKI Shogo KARIYAZAKI Shogo

Maestro de arreglo floral y director de la Escuela de Arreglo Floral Kariyazaki Shogo. Fue nombrado embajador de buena voluntad durante el 150 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Francia y Japón, y embajador del tulipán holandés por la Oficina de Turismo y Congresos de Holanda. En 2010, realizó una performance floral en la Exposición Universal de Shanghái y una instalación floral en el Festival Internacional de Cine de Roma. Además, ha recibido críticas favorables por sus recientes exposiciones personales en el Pequeño Palacio y el Parque Floral de París. En los últimos años, se dedica también al diseño y la producción de kimonos, escribe en periódicos y revistas, publica libros y aparece en televisión.

La dificultad de los japoneses para mostrar su originalidad

ENTREVISTADOR Usted crea, por una parte, arreglos florales propios de la tradición japonesa y, por la otra, obras únicas de carácter diferente. ¿Podría explicarnos cómo es el estilo de su arte, conocido tanto en Japón como en otros países?

KARIYAZAKI Mi estilo se basa fundamentalmente en la tradición japonesa del ikebana. Me sirvo de elementos tradicionales y, al mismo tiempo, creo obras singulares relacionadas con la época actual. Mientras que a muchos japoneses les cuesta hacer gala de su originalidad, en otros países la gente no tiene ninguna dificultad para mostrar sus atributos constantemente. Por eso, yo utilizo las flores como forma de expresión de mi carácter y personalidad particulares.

Imagen de la exposición personal del maestro Kariyazaki titulada Kariyazaki Shogo no Sekai: Hana Renaissance (El mundo de Kariyazaki Shogo: el renacimiento del arreglo floral). Se celebró del 1 al 18 de noviembre de 2012 en el distrito tokiota de Meguro, en el complejo Meguro Gajoen; en concreto, en una parte del mismo denominada Hyakudan Kaidan, la escalera de los cien escalones. Este complejo, designado Patrimonio Cultural Tangible por el gobierno de Tokio en marzo de 2009, está lujosamente decorado. También se lo denomina el Palacio del Dios Dragón de la era Shōwa.

El tradicional arte del ikebana, máxima forma de ecología

ENTREVISTADOR El tradicional arte japonés del ikebana consiste simplemente en cortar flores y colocarlas a modo de adorno en algún lugar. ¿Podría explicarlos qué impresión se tiene de esta disciplina en otros países? 

KARIYAZAKI Con frecuencia se dice que el ikebana es una forma máxima de ecología. Esto se debe a que ese arte hace que cada rama y cada flor se expresen por sí mismas. En Japón, existen aspectos en los que de alguna manera aflora una vaga belleza, como la colocación de puertas de madera y papel (shōji) o el uso de luces tenues. En un ambiente así, una única flor adquiere una gran fuerza, su mera existencia transmite algo. Esta manifestación de la belleza ha ido pasando de generación en generación en nuestro país. Se trata de una forma de arreglar las flores que no permite ni quitar ni agregar más. Por otra parte, en el extranjero, el arreglo floral se caracteriza por la abundancia; es decir, cuantas más flores, mejor. Por eso, creo que en otros países el ikebana se percibe como algo diferente, como una disciplina muy nueva y fresca. 

Las flores, valiosa herramienta de comunicación

ENTREVISTADOR El ikebana sirve también para mostrarle al resto del mundo los atributos de Japón. ¿Qué opinión tiene usted respecto al papel que desempeñan las flores en favorecer el entendimiento entre diferentes países y culturas?

KARIYAZAKI En otros países, la gente les otorga un gran valor a las flores; están muy presentes en sus vidas. Por ejemplo, las usan para decorar sus casas, o las ofrecen como regalo. En este sentido, nos llevan mucha ventaja. Me parece que en Japón todavía tenemos que esforzarnos en muchos aspectos para llegar a ese nivel. No obstante, a muchos extranjeros la cultura japonesa les interesa, así que yo quiero presentársela. Para mí, las flores son una herramienta de comunicación muy valiosa. Al verlas se puede entender lo que quieren decir, si bien explicar su significado con palabras también permite comprender lo que se desea expresar a través de ellas. Nuestro país es un archipiélago, lo que hace que se encuentre relativamente aislado. No obstante, creo que emplear las flores como instrumento de comunicación puede servir para acercarnos más a otras naciones. 

Kariyazaki celebró una exposición en París en verano. Los asistentes pudieron alegrarse la vista con sus obras, llenas de originalidad.

ENTREVISTADOR ¿La aceptación de sus obras por parte del público difiere en función de dónde las presenta?

KARIYAZAKI Sí, hay muchas diferencias, en particular respecto al color de las flores. El amarillo y el rojo gozan de popularidad entre los asiáticos. Estos colores se asocian a la buena fortuna, así que este público se pone muy contento cuando los uso en mis creaciones. Por otra parte, el rosa y el morado tienen más éxito entre los occidentales; suelen decirme que les gustan las flores con tonos elegantes porque "son de buen gusto" y "refinadas".

Pagar por admirar la belleza

ENTREVISTADOR Usted ha cosechado grandes éxitos también como empresario. ¿Qué impresión tiene de esta otra faceta suya?

KARIYAZAKI Creo que todavía me queda mucho por conseguir. Quiero que la gente que acude a mis exposiciones y al resto de actividades culturales en las que participo con mis obras disfrute. Me parece importante que exista el concepto de pagar por ello. Es igual que cuando vamos a museos, conciertos y cines, o a restaurantes. Aunque actualmente nos encontramos en una época de recesión económica, sumirse en la tristeza no va a cambiar nada. Por el contrario, si establecemos un sistema en el que la gente pague por tener la oportunidad de maravillarse con obras bellas, la situación de Japón irá mejorando. Creo que todos tenemos que esforzarnos para sacar esto adelante; yo ya lo estoy haciendo.

Entrevista: Harano Jōji, director de la Nippon Communications Foundation.

(Traducido al español del original en japonés)

En el siguiente vídeo se muestran las obras pertenecientes a la exposición personal que el maestro Kariyazaki celebró del 1 al 18 de noviembre de 2012 en el complejo Meguro Gajoen.

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