La nueva película de Mitani Kōki, una comedia desternillante en el espacio

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La última película del director Mitani Kōki, Gyarakushī kaidō, es una comedia romántica ambientada en una hamburguesería espacial de un rincón de la galaxia. Le preguntamos a Mitani, enamorado de las viejas comedias de Hollywood, sobre su inspiración para dirigir películas.

Mitani Kōki MITANI Kōki

Nacido en 1961. Fundó el grupo teatral Tokyo Sunshine Boys en 1983, cuando aún era estudiante del Departamento de Teatro de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nihon. En esa misma época comenzó sus actividades como guionista. Alcanzó la fama en 1994 con su obra Furuhata Ninzaburō, que fue serializada. En 1998 dirigió Rajio no jikan (La hora de la radio), su primera película, con la que ganó el Premio al Mejor Guión en los premios de la Academia Japonesa de Cine. En 2001 ganó el Premio Kishida de Teatro por su musical Okepi!. Estrenó Minna no ie (La casa de todos) como director y guionista. En 2004 se encargó del guión de la serie histórica Shinsengumi para la NHK. En 2006 estrenó The Uchōten Hotel como director y guionista, trabajos que continuó en sus obras The Magic Hour (La hora mágica, 2008), Suteki na kanashibari (Una parálisis espléndida, 2011) y Kiyosu kaigi (La reunión Kiyosu, 2013). Ha firmado numerosas obras de teatro, entre las cuales destacan jūninin no yasashii nihonjin (Doce japoneses con piedad, 1990), Warai no daigaku (La universidad de la risa, 1996), Matrioshka (2000), Konfidanto - kizuna (Los confidentes - lazos, 2007), Kokumin no eiga (La película del pueblo, 2011) y Onore Naporeon (Yo, Napoleón, 2013). En octubre de 2015 se estrena su séptima película, Gyarakushī kaidō. En la actualidad trabaja a conciencia con el guión de la serie Sanada Maru, que emitirá la NHK a partir de enero de 2016.

Un homenaje a famosas series y películas estadounidenses

Cuando se habla de Mitani Kōki, lo primero que les vendrá a la cabeza a la mayoría de los japoneses es una serie que comenzó a emitirse en 1994 y contó con tres temporadas de episodios, titulada Furuhata Ninzaburō. Entre el público que se enganchó a esta serie, de guión escrito por Mitani como homenaje a una de sus series preferidas, Columbo (Colombo en España), se encontraba el famoso jugador de béisbol de las Grandes Ligas, Ichirō, quien dio su aprobación de buena gana para, en un programa especial de esa serie que tanto le gustaba, emitido en 2006, aparecer como el asesino “Ichirō, jugador profesional de vuelta en Japón”

Aunque Furuhata y Colombo comparten la idea de gente famosa cometiendo asesinatos, lo que diferenciaba a la versión japonesa del original estadounidense era el gran encanto humorístico de los intercambios entre el detective Furuhata y su atontado subalterno. Otro guión representativo de Mitani fue Jūninin no yasashii nihonjin (“Doce japoneses con piedad”, un título que rinde homenaje al clásico Twelve Angry Men, “Doce hombres sin piedad”, de Reginald Rose, que el director Sidney Lumet adaptó al cine en 1957), llevada al teatro en 1990 y a la gran pantalla el año siguiente. Sin embargo, a diferencia del original la versión de Mitani es una comedia desternillante.

Mitani ha trabajado como guionista, productor y director; la columna vertebral de sus obras se nutre del cine de Hollywood de los años cincuenta y sesenta, así como de series y dibujos animados estadounidenses.

“Cuando era niño teníamos la película del domingo, la película del lunes, o una película occidental doblada al japonés casi cada noche”, cuenta Mitani. “Mi madre era aficionada al cine, y solía ponerme en la televisión las películas que ella veía cuando estaba en la veintena. Es decir, que para cuando estaba yo en el primer curso de primaria me tragaba todo tipo de cintas del Hollywood de los años cincuenta y sesenta.”

Una comedia de ciencia-ficción inspirada por las obras de Billy Wilder

En la imaginación del joven Mitani quedaron grabadas películas como The Apartment (El apartamento, 1960), Irma la Douce (Irma la dulce, 1963), y Some Like it Hot (Con faldas y a lo loco, 1959), las tres con Jack Lemon como actor principal, y Love in the Afternoon (Ariane, 1957), protagonizada por Audrie Hepburn. “Como las vi cuando tenía ocho o nueve años, no tenía ni idea de lo que era un director, ni mucho menos de quién era Billy Wilder. No fue hasta mucho después que me enteré de que todas las películas que me parecían más interesantes las había dirigido la misma persona.”

La obra más reciente de Mitani, Gyarakushī kaidō (Autopista galáctica, estrenada en Japón el 24 de octubre) está creada a partir de su admiración por las comedias románticas de Billy Wilder. “Sus obras me causaron una profunda impresión, y siempre había querido intentar hacer una comedia romántica a su estilo, montada sobre una historia de amor y con ciertos toques de peligro sexual. Por supuesto no pretendía competir con Wilder, así que decidí intentarlo en un género que él no hubiera tocado: la ciencia-ficción, y elegir un reparto coral cuidadosamente para hacer una obra que me atrayera.”

Mitani Kōki durante el rodaje de Gyarakushī kaidō.

Un plano de la película, de la escena del “parto”. ©2015 Fuji TV / Toho Inc.

“La idea de ambientar la película en una hamburguesería espacial de poco éxito me vino  de la manera en que la gente de los sesenta veía el futuro; es decir, quería representar el futuro, pero con una cierta nostalgia. Algo al estilo de The Jetsons (Los supersónicos) o Lost in Space (Perdidos en el espacio).” Mitani también ha recibido una influencia más reciente de las comedias de situación americanas (sitcom).

“El tipo de sitcom que tenía en mente eran las comedias estadounidenses que solía ver en televisión, con localizaciones fijas y personajes que no evolucionan. Siempre parecen ser las mismas personas y hacer las mismas cosas. Por ejemplo, Bewitched (Embrujada), una serie que se emitió durante casi diez años, resulta divertida sin importar qué episodio se vea. Me gusta esa forma de ver el mundo. Diseñé mi última película -ambientada en esa hamburguesería espacial- para que fuera una comedia situacional en ese estilo, en la que la pareja protagonista, Noa y Noe, son los personajes fijos, y en cada episodio aparecen diversos extraterrestres; como si estuviéramos viendo el episodio 253, por ejemplo.”

Un “hereje” de las comedias en Japón

Mitani dice que la comedia carece de raíces fuertes en Japón.

Aunque la imagen que se tiene de Mitani es la de un director que disfruta con las comedias que crea, lo cierto es que tiene la sensación de ser un “hereje”.

“Las comedias de situación son básicamente obras de diálogo, y se basan en lo divertidos que puedan ser las relaciones entre los personajes y las conversaciones que mantienen. La comedia no tiene fuertes raíces en Japón. Si, por ejemplo, alguien me preguntara qué películas japonesas son representativas del humor del país, tendría problemas para mencionar unas cuantas cintas que fueran comedias puras; no hay tantas.”

“En Estados Unidos, hace unos diez años, el AFI (el Instituto de Cine Americano) eligió las cien mejores comedias para su lista 100 Funniest American Movies Of All Time (Las cien películas americanas más divertidas de todos los tiempos), pero creo que en Japón no se podría crear una lista así. Me da la impresión de que hacer comedia en este país es una especie de herejía. E incluso entre las comedias que se hacen, casi ninguna se basa en el diálogo. Creo que soy un hereje aun entre los herejes.”

El mundo de Gyarakushī kaidō refleja una visión del futuro con nostalgia, al estilo de The Jetsons (Los Supersónicos).

Por otro lado, las comedias de Mitani tienen éxito en el extranjero. Rajio no jikan (La hora de la radio), una adaptación de 1993 que hizo sobre una obra de teatro suya, recibió el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Mitani nos cuenta así sus impresiones: “Cuando la proyectamos en Berlín yo estaba sentado en la última fila. Durante la proyección las risas no dejaban escuchar nada más, y había muchas más explosiones de risa que en Japón. Cuando se encendieron las luces y vi que allí no había más que alemanes, me llevé una buena sorpresa.”

The Uchōten hoteru (El hotel Uchōten, 2006), The Magic Hour (La hora mágica, 2008) y Suteki na kanashibari (Una parálisis espléndida, 2011) se estrenaron también en Taiwán y Corea del Sur, y parece que “especialmente en Taiwán The Magic Hour se convirtió en una obra emblemática dentro de la comedia”. Gyarakushī kaidō “es una comedia de diálogo, pero no contiene ni un juego de palabras que no se pueda entender sin hablar japonés. Si se traduce correctamente al idioma de cada país, creo que se puede disfrutar en todo el mundo.”

Un guionista “fanático del cine” hasta la médula

Gyarakushī kaidō es la séptima obra de Mitani como director. Durante estos años también ha escrito guiones para series de televisión y obras de teatro, y también las ha dirigido. “Antes de ser director de cine soy un fan”, dice Mitani, que asegura que en el fondo es guionista hasta la médula.

“Lo más importante para mí es escribir los guiones; siempre me reservo un tiempo para hacerlo. Si no tengo un buen guión, no puedo dirigir una película o una obra de teatro”.

En estos momentos está enfrascado en la escritura de Sanada Maru, serie enmarcada en el Taiga drama (las series anuales de ficción histórica que produce la NHK) que se emitirá a partir de enero del próximo año. “Ahora tengo que escribir un guión por semana, así que escribo todos los días.”

Además de escribir energéticas obras de teatro, dirige una película cada dos o tres años. ©2015 Fuji TV / Toho Inc.

“Me gustaría intentar hacer una película muda, una bélica y un musical”

Aunque está extremadamente ocupado, Mitani dice que disfruta pudiendo dirigir una película cada pocos años. Precisamente por eso tiene un sinfín de sueños sobre su cine.

“Yo soy, esencialmente, un guionista; y esa posición de guionista que además dirige películas no va a cambiar. Como yo parto de mi gran afición por el cine me gustaría poder recrear los géneros que más he disfrutado, los que más me interesan. He dirigido una película de la época de los samuráis y una de ciencia-ficción; ahora querría dirigir una muda, una bélica y un musical.”

La idea de dirigir un musical le vino a Mitani tras ver un DVD que incluía un sketch del grupo Crazy Cats. Ueki Hitoshi (un miembro del grupo) aparecía cantando y bailando a pesar de que en el espacio no hay gravedad. Aunque en Gyarakushī kaidō hay una escena musical, quizá en un futuro muy cercano podamos ver un verdadero musical al estilo Mitani.

(Redactado por el comité editorial de nippon.com a partir de una entrevista realizada a Mitani)

Imagen del título: El director Mitani Kōki dirige a Ayase Haruka (izquierda), actriz que encarna a Noe, la heroína de la película Gyarakushī kaidō ©2015 Fuji TV / Toho Inc.

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