Cuidar de los animales en caso de desastre: entrevista con el veterinario Tokuda Ryūnosuke

Sociedad

Entrevistamos a Tokuda Ryūnosuke, un veterinario que lucha por mejorar la calidad de vida de las personas y los animales con proyectos como la creación de refugios de emergencia que admiten mascotas, las iniciativas para reducir el número de sacrificios de gatos callejeros o la campaña contra la rabia en la isla de Bali.

Tokuda Ryūnosuke TOKUDA Ryūnosuke

Nacido en 1961, en la prefectura de Kagoshima. Obtuvo una maestría en Veterinaria en la Universidad de Azabu en 1989. Tras ejercer como veterinario en Abiko (Chiba) y Sagamihara (Kanagawa), en 1994 fundó en Kumamoto la Clínica Veterinaria Ryūnosuke, que ofrece consulta todos los días del año y servicio de emergencias las veinticuatro horas del día. En 2004 inauguró la Escuela de Ciencias Veterinarias de Kyūshū, que forma a profesionales para trabajar en el sector del cuidado animal, por ejemplo en clínicas veterinarias, tiendas de animales, peluquerías para animales o zoológicos.

Cuando se produjo el Terremoto de Kumamoto, en abril de 2016, Tokuda Ryūnosuke convirtió la clínica veterinaria que dirige en la ciudad de Kumamoto en un refugio para personas con animales de compañía. Convencido de que ayudando a los animales se ayuda también a sus dueños, Tokuda reaccionó de inmediato tras el terremoto y anunció en las redes sociales que su clínica admitiría a personas evacuadas con animales de compañía. Dio cobijo a 1.500 personas y 1.000 animales.

Aprovechar lo aprendido en el Gran Terremoto del Este de Japón

ENTREVISTADOR ¿Cómo se le ocurrió la idea de abrir un refugio de emergencia que admitiera animales de compañía?

TOKUDA Medio año después del Gran Terremoto del Este de Japón, visité la zona damnificada y vi que allí no había ningún refugio donde la gente pudiera alojarse con sus mascotas. Me di cuenta de que en los refugios de emergencia no se tiene en cuenta que un animal de compañía es un miembro más de la familia para sus dueños, y sentí que era necesario crear lugares que dieran cabida tanto a personas como a animales. En mi clínica siempre hemos ofrecido atención todos los días del año, las veinticuatro horas del día, y cuando reconstruimos el edificio, decidí crear un espacio para refugiar a familias con animales de compañía en caso de desastre. Poniendo en práctica lo aprendido del Gran Terremoto del Este de Japón, en 2013 construimos un nuevo edificio para la clínica y lo equipamos con estructura antisísmica, generador eléctrico autónomo y depósito de agua. Pensé que, en caso de desastre, usaría como refugio la escuela de profesiones para el cuidado animal que forma parte de la clínica.

ENTREVISTADOR A los tres años de construir la nueva clínica, tuvo lugar el Terremoto de Kumamoto. Usted no tardó en anunciar por las redes sociales que abría la clínica como refugio para personas con mascotas, ¿verdad?

TOKUDA Lo anuncié dos horas después del terremoto. Empezaron a llegar familias con animales y otras personas que habían llegado al refugio apuradas traían también a sus mascotas. Con la colaboración de los alumnos y el personal de la escuela, abrimos el refugio durante un mes y ayudamos a unas 1.500 personas y 1.000 animales evacuados. Me alegré sinceramente de haber reconstruido la clínica. El nuevo edificio nos permitió alojar a las mascotas y sus dueños juntos durante aquellos días. Y, como aquel terremoto demostró claramente la necesidad de crear refugios para personas con animales de compañía, decidí difundir dicha causa.

Mashikimachi, una de las zonas afectadas por el Terremoto de Kumamoto, ocurrido en 2016. Numerosas viviendas se derrumbaron y, a pesar de que se restablecieron los suministros básicos, muchas personas se quedaron sin lugar dónde vivir.

ENTREVISTADOR Al parecer, esa experiencia fue lo que inspiró la recogida de firmas para asegurar que un 25 % de los refugios admitan a personas con animales.

TOKUDA Llevamos 34.000 firmas recogidas hasta la fecha. Atendiendo a pacientes en el refugio y en la zona damnificada, vi a muchos dueños de animales recobrar el ánimo cuando ayudamos a sus mascotas. Comprendí que, para asistir a las víctimas, debíamos asistir también a los animales de compañía. Claro que las vidas humanas son lo más importante, pero para salvarlas es necesario salvar también a los animales. Si mascotas y dueños se refugian juntos, tanto los unos como los otros se estabilizan psicológicamente y se relajan. Para un anciano que tiene un gato, la idea de que este lo necesita para sobrevivir le brinda fuerzas para seguir adelante. Las personas somos así: tener algo que proteger da sentido a nuestra vida y nos insufla ánimos. Puesto que alrededor de un 20 % de la población japonesa tiene animales de compañía, bastaría con que un 25 % de los refugios admitiera animales. Y, ya que hay gente a la que no le gustan los animales o es alérgica a ellos, habría que separar completamente las zonas con animales del resto. Es lo mínimo que deberíamos garantizar, ya que Japón está más atrasado que los países occidentales en materia de trato a los animales.

Los animales de compañía, considerados objetos en Japón

ENTREVISTADOR ¿En qué sentido está atrasado Japón en cuanto al trato de los animales de compañía?

TOKUDA En países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia, las mascotas gozan del estatus de miembros de la sociedad. En Japón hace poco que la gente ha empezado a considerarlos miembros de la familia, pero legalmente siguen recibiendo el trato de objetos. Si sufren un atropellamiento, se gestiona como un accidente de daños a la propiedad o a bienes materiales; los animales no se valoran por su vida. A la hora de volar en avión, en Japón viajan en la bodega de equipaje, mientras que en Occidente van en la cabina de pasajeros. Con todo, hace un tiempo salió una noticia que me mostró que en Japón la situación está cambiando poco a poco. Cuando las regiones de Kantō y Tōhoku se vieron afectadas por lluvias torrenciales en 2015, los equipos de socorro que llegaron en helicóptero a salvar a las familias que habían quedado aisladas en sus tejados rescataron también a las mascotas. En realidad los animales no tienen derecho a ser rescatados porque legalmente se consideran bienes de propiedad privada, pero los equipos de socorro los subieron a los helicópteros igualmente. Para mí eso supuso un gran avance.

Arriba: Examinando a un paciente en una vivienda provisional de Mashikimachi, en la prefectura de Kumamoto. Abajo: Visita a una guardería como parte de las actividades de apoyo psicológico después del terremoto.

Emprender acciones en Japón para luchar contra la rabia en Bali

ENTREVISTADOR ¿Qué lo llevó a colaborar en la campaña para erradicar la rabia en la isla de Bali?

TOKUDA En 2017, con ocasión de la firma del acuerdo de promoción del intercambio internacional entre la prefectura de Kumamoto y el estado de Bali, el gobernador de Bali visitó la Clínica Veterinaria Ryūnosuke y me pidió que colaborase en la campaña para detener la epidemia de rabia en su isla, donde no acaba de extenderse el uso de la vacuna. Japón, también un país isleño, logró erradicar la enfermedad vacunando y esterilizando a los perros; el mar que define sus fronteras evita que siga entrando en el país. En Bali hay que empezar por concienciar a la ciudadanía de la necesidad de administrar la vacuna y esterilizar a los perros. Y estoy totalmente convencido de que difundir el interés por este problema es vital para conseguirlo.

ENTREVISTADOR ¿La pulsera contra la rabia fue una iniciativa que lanzó para promover el interés por el problema?

TOKUDA La creé para promocionar la campaña contra la rabia en Bali y reunir fondos para financiarla. Es una pulsera azul con el mensaje Eradication of Rabies (erradicación de la rabia) en letras blancas. Hemos vendido tres mil unidades, a trescientos yenes cada una. Vi que era necesario emprender alguna acción para dinamizar la campaña y di con esta actividad de venta de pulseras para dar a conocer la situación entre las personas que quieren ayudar a los animales. Estoy convencido de que emprendiendo acciones en Japón podemos movilizar a los balineses. Como veterinario japonés, quiero colaborar en la campaña para terminar con la rabia difundiendo información al resto del mundo a través de mis actividades. Lo que se logró en Japón puede reproducirse, sin duda, en Bali.

Pulsera creada para la campaña contra la rabia en Bali

El buen trato de los gatos callejeros transforma a la sociedad

ENTREVISTADOR Además de la campaña contra la rabia, usted también participa en actividades de TNR. ¿Podría hablarnos de ellas?

TOKUDA TNR es un término que se usa en todo el mundo y que corresponde a las iniciales de trap, neuter and return (capturar, esterilizar y soltar). Cuando en una zona crece la población de gatos callejeros, surgen problemas como malos olores de orín y excrementos, bolsas de basura rotas con el contenido desparramado, suciedad y daños a coches y motocicletas, etc. Las TNR son actividades que se realizan con el fin de evitar que los gatos sin dueño sigan reproduciéndose, y consisten en atraparlos, someterlos a una operación de esterilización, mantenerlos en observación algunos días y finalmente devolverlos al lugar donde se encontraron. Resulta muy interesante que haya tantas personas que, queriendo librarse de los felinos de su zona, participen en estas actividades a regañadientes —porque no les gustan los gatos o no tienen interés en ellos— pero terminen sintiendo motivación y amor por los animales. El apoyo a las TNR y la colaboración por parte de un gran número de personas promueven los vínculos comunitarios y dinamizan la sociedad. Tengo comprobado que los animales transforman a las personas y a la comunidad.

Se esteriliza a los gatos callejeros para reducir el número de sacrificios.

ENTREVISTADOR ¿Qué iniciativas tiene previstas de cara al futuro?

TOKUDA Quiero hacer que se valore más la vida de los animales. En la Escuela de Ciencias Veterinarias de Kyūshū, adjunta a mi clínica, enseñamos a los alumnos que las personas y los animales son iguales, y que estos últimos son también miembros de la sociedad. Quiero elevar la calidad de vida de personas y animales, tanto por los animales, que hacen todo lo posible por sobrevivir, como por las personas, que conviven con ellos, como para la sociedad, formada por todos. Y para ello es necesario que las clínicas veterinarias se conviertan en centros de difusión de todo tipo de información relacionada con los animales. Soy de los que se crecen ante los retos, así que estoy dispuesto a esforzarme al máximo por ese objetivo.

El “perro veterinario” que hay frente a la entrada de la Clínica Veterinaria Ryūnosuke es un buen reclamo para el centro.

Tokuda Ryūnosuke rodeado por el personal de su clínica.

Entrevista y texto: Kataoka Yuka

Fotografía del encabezado: el veterinario Tokuda Ryūnosuke con Saigō, un perro de Tosa que dona sangre cuando se necesita para las operaciones de otros perros.

Fotografías: Clínica Veterinaria Ryūnosuke

desastres gatos Terremoto de Kumamoto