Sexualidad y budismo de la mano de Nishimura Kōdō, monje, maquillador y activista LGBTQ+

LGBT Sociedad

La autobiografía de Nishimura Kōdō, monje budista, maquillador y activista LGBTQ+, se ha publicado en inglés con el título This Monk Wears Heels (Este monje lleva tacones). Tony McNicol, el traductor de este éxito de ventas japonés, nos habla de una charla que el autor dio en Londres y que tituló Sé tú mismo: hablando de sexualidad y budismo.

Nishimura Kōdō NISHIMURA Kōdō

Monje budista, maquillador y modelo nacido en Tokio en 1989. Tras graduarse de la Escuela de Diseño Parsons, en Nueva York, trabaja como maquillador en el concurso de Miss Universo y en la Semana de la Moda de Nueva York, entre otros actos. En 2015 se forma como monje budista y recibe la acreditación correspondiente por parte de la secta de la Tierra Pura. Su aparición en Queer Eye: We’re in Japan! hace que cobre relevancia como activista LGBTQ+, dé charlas en el Fondo de Población de las Naciones Unidas y en las Universidades de Yale y de Stanford. Además, sale en diversos medios de comunicación de todo el mundo; por otra parte, la revista Time lo nombra líder de la próxima generación. En febrero de 2022 publican una traducción al inglés de su libro Seisei dōdō: Watashi ga suki na watashi de ikite iinda titulada This Monk Wears Heels (Este monje lleva tacones). Su sitio web es: www.kodonishimura.com.

Un monje en el panorama mundial

Conocer finalmente al autor de un libro que uno ha traducido produce una sensación extraña. Leer, releer y traducir la autobiografía de Nishimura Kōdō me había permitido familiarizarme mucho con su voz en japonés. Es elocuente, genuina y divertida, y está llena de vida. Me preguntaba cómo sonaría en inglés. Aunque, en cierto sentido, era algo que esperaba, me sorprendió reconocer inmediatamente su voz en este idioma también. Nishimura daba una charla sobre sexualidad y budismo, ante una audiencia fascinada, en una sala abarrotada del Pantechnicon, un centro cultural de Londres.

Nishimura durante su charla del 20 de marzo de 2022 en el Pantechnicon, en Londres. (© Tony McNicol)
Nishimura durante su charla del 20 de marzo de 2022 en el Pantechnicon, en Londres. (© Tony McNicol)

Nishimura se dirigió al público y explicó una de las enseñanzas fundamentales del budismo: “La liberación está al alcance de todo el mundo”. Entonces, ¿por qué en Japón las personas LGBTQ+ siguen enfrentándose a dificultades, e incluso discriminación, cuando entran en contacto con el budismo?

Por ejemplo, los nombres budistas que se conceden a título póstumo se asignan según el género, pero ¿acaso se corresponden con el género con el que la persona difunta se identificaba en vida? Incluso quienes se están formando para hacerse monjes descubren que los rituales y las reglas del budismo no tienen en cuenta las distintas identidades sexuales y de género.

Nishimura, un monje budista, autor y activista de renombre que, además, se defiende sin mayores problemas en japonés, inglés y español, está haciendo todo lo posible para que el budismo, y la religión en general, acepte más a la comunidad LGBTQ+.

En 2020 publicó en japonés su autobiografía, Seisei dōdō. El título hace referencia a cómo cree que se debe vivir la vida: sin complejos y de manera atrevida. Un año después la revista Time lo eligió líder de la próxima generación. Entre sus múltiples apariciones en los medios de comunicación se cuenta un episodio de la serie de Netflix Queer Eye: We’re in Japan! Además, ha dado charlas en la sede del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en la Universidad de Yale y en las oficinas de Facebook, por citar algunos ejemplos, y tiene más de 70.000 seguidores en Instagram.

Sin embargo, de niño, su visión del budismo era completamente distinta. En su autobiografía cuenta que fue víctima de la homofobia en el colegio, donde sus compañeros le hacían el vacío. Consciente de su homosexualidad, si bien no se identifica ni con el género masculino ni con el femenino, dudaba de que el budismo fuera a aceptarlo. Para complicarlo todo más si cabe, tanto su padre como su madre eran sacerdotes budistas y la familia vivía en un templo de la secta de la Tierra Pura situado en Tokio.

Cuando era estudiante de secundaria superior, su vida giraba en torno al aprendizaje de la lengua inglesa, la única asignatura, aparte de Artes Plásticas, con la que tenía afinidad, y los chats gais de internet fueron su primera fuente de información sobre las experiencias de las personas LGBTQ+ de distintos lugares del mundo.

A pesar de que sus padres se opusieron en un principio, Nishimura se fue a estudiar a Estados Unidos. Tras terminar unos cursos de inglés, ingresó en una escuela de Bellas Artes y, a continuación, acabó haciéndose maquillador profesional y trabajando en el concurso de Miss Universo. Por otra parte, descubrió un mundo de identidades LGBTQ+ diversas y salió del armario como gay.

Una decisión crucial

Sin embargo, a los 24 años tomó una decisión importante, e incluso sorprendente: volver a Japón y formarse como monje. Nishimura explicó los motivos ante la audiencia londinense, para lo cual recurrió a una cita de Michelle Obama: “Es difícil odiar lo que se conoce de cerca”.

Quería aprender sobre el budismo y hacer frente a su “odio” de la religión cara a cara. Sin embargo, esta distaba de ser una opción fácil. Durante su formación espartana, los novicios debían recitar los sutras hasta, literalmente, escupir sangre. Les gritaban si el grado de inclinación de una reverencia no era del todo correcto y preguntar resultaba prácticamente imposible. Debían aguantar y hacer lo que les dijeran.

Con todo, Nishimura no estaba dispuesto a esquivar las muchas preguntas que se planteaba. Le habían enseñado que la liberación budista era algo al alcance de todo el mundo, sin excepción alguna. Sin embargo, en las ceremonias en las que se espera que los hombres se comporten de cierta forma y las mujeres, de otra, ¿qué era lo apropiado para una persona que no se identifica ni con el género masculino ni con el femenino (Nishimura se identifica como no binario, pero usa el pronombre “él”)?

Por otra parte, una persona que trabaja en el mundo del maquillaje y la moda y siente pasión por la ropa y los complementos, ¿debe vestirse con el tradicional atuendo austero propio de un monje budista?

(Imagen cortesía de Nishimura Kōdō)
(Imagen cortesía de Nishimura Kōdō)

Nishimura tenía muy claro que jamás aceptaría unas enseñanzas que negaran su identidad, de ahí que decidiera preguntar tanto por su propio bien como por el de los demás.

Amedrentado, solicitó reunirse con un maestro superior para plantearle sus preguntas. Aceptaron su petición, si bien las respuestas no fueron lo que esperaba. El maestro le recordó que en Japón los religiosos budistas se dedican a menudo a otra profesión: enseñanza, medicina e, incluso, al sector empresarial.

El maestro le preguntó qué diferencia había entre ponerse una bata quirúrgica y ropa bonita. “Tu sexualidad no importa. Buda y el fundador de nuestra secta se congratularán de que te hagas monje”, le dijo. “El budismo está vivo y cambia constantemente. La labor más importante de un monje budista es dar a conocer que la liberación está al alcance de todo el mundo”, afirmó.

Y a eso mismo se dedica Nishimura desde que terminó de formarse. Desde su posición, busca cambiar la actitud hacia las personas LGBTQ+ en el propio seno del budismo. Por ejemplo, ha diseñado unas pegatinas que los templos pueden colocar para identificarse como lugares en los que se acepta a personas de diversas identidades sexuales y de género. Llevan una bandera arcoíris y unas manos con las palmas juntas, en señal de rezo.

Pegatina diseñada por Nishimura y colocada en la recepción de un templo budista. (Imagen cortesía de Nishimura Kōdō)
Pegatina diseñada por Nishimura y colocada en la recepción de un templo budista. (Imagen cortesía de Nishimura Kōdō)

A pesar de que el budismo no es tan hostil hacia las personas LGBTQ+ como otras de las principales religiones del mundo, algunos aspectos de sus enseñanzas tienen una lectura sumamente desagradable para los tiempos que corren.

Durante su charla, Nishimura compartió un extracto del Pali canon, una de las colecciones de escrituras budistas más antiguas que se conocen. En él se dice que las mujeres y los eunucos, entre otros, no son bienvenidos en el seno de la comunidad budista. En este sentido, señaló que es necesario interpretarlo teniendo en cuenta el contexto de la época en la que se escribió, no el actual.

Por otra parte, Nishimura dice que las escrituras budistas también contienen muestras de apoyo a la diversidad. Por ejemplo, el Sutra de Amida incluye un fragmento en el que se describe un estaque con unas flores de loto vistosas, cada una de las cuales brilla con un color único. Nishimura lo interpreta como una celebración y una validación de la diversidad.

Durante su charla también compartió imágenes de Kannon Bodhisattva (Avalokiteśvara en sánscrito), una deidad budista muy apreciada en Japón y que en ocasiones aparece representada como hombre, mientras que en otras lo hace como mujer; a menudo se la ve ataviada con ropa y complementos preciosos. Nishimura dice que Kannon, de género ambiguo, es una inspiración para él.

“Pensaba que los budistas eran contrarios a cualquier cosa que pudiera considerarse fastuosa, pero hay enseñanzas que animan a la gente a lucir fantástica”, señala. Además, cita el Sutra de la Guirnalda de Flores: “La virtud sublime precisa de un aspecto sublime”.

Sé tú mismo

La traducción al inglés del libro de Nishimura incluye el subtítulo “Be Who You Are” (Sé tú mismo). No obstante, durante la sesión de preguntas por parte de la audiencia que se llevó a cabo al final de la charla, alguien le preguntó si alguna vez había tenido dudas sobre su identidad. Nishimura respondió que, a pesar de lo mucho que había sufrido cuando era más joven, siempre había sabido quién era.

Nishimura se dirige al público durante su charla del 20 de marzo de 2022 en Londres. (© Tony McNicol)
Nishimura se dirige al público durante su charla del 20 de marzo de 2022 en Londres. (© Tony McNicol)

“Considero que tengo talento para moverme a contracorriente. Me siento capaz de ayudar a los demás a ir en la dirección que deseen”, afirmó.

Sin embargo, en una sociedad homogénea como la japonesa, Nishimura sigue siendo objeto del odio y la discriminación por ser una persona muy poco convencional y con una imagen que dista muchísimo de la tradicional de un monje budista.

Durante la charla contó que una vez la madre de un amigo le había dicho directamente a la cara que la homosexualidad se debía a un desequilibrio hormonal. Fue una experiencia formativa que despertó en él el deseo de dedicarse al activismo. Además, confesó que ese mismo día había vuelto a recibir un mensaje en el que le decían que no era un monje auténtico.

Nishimura citó el Dhammapada: “Vencer la mezquindad con la generosidad / Vencer la deshonestidad con la verdad”. Asimismo, le dijo a la audiencia que quiere servirse de su posición de líder espiritual para fomentar la tolerancia en todo el mundo. “La religión no existe para limitar a la gente, sino para ayudarla a superar sus límites”, sentenció.

Nishimura posa junto a Tony McNicol, el traductor de su libro al inglés. (imagen cortesía de Tony McNicol)
Nishimura posa junto a Tony McNicol, el traductor de su libro al inglés. (imagen cortesía de Tony McNicol)

(Traducción al español del original en inglés)

Imagen del encabezado: © Satō Masaki

This Monk Wears Heels: Be Who You Are (Este monje lleva tacones: sé tú mismo)

Autor: Nishimura Kōdō
Traducción al inglés: Tony McNicol
Editorial: Watkins Publishing
Fecha de publicación: febrero de 2022
ISBN: 978-1786786173

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