Hirose Yūichi: de tablavelista a tintorero de ‘Edo komon’ de cuarta generación

Cultura Diseño

En el periodo Edo (1603-1868) el Edo komon era un símbolo de la elegancia iki. Un joven tintorero de Tokio, con casi un cuarto de siglo en esta industria, destaca en este arte e incluso ha atraído la atención de creadores franceses, con quienes ha colaborado.

Hirose Yūichi HIROSE Yūichi

Nació en Tokio en 1978. Es la cuarta generación de tintoreros del taller de teñido Hirose. El tipo de teñido es conocido como Edo komon. En este se utilizan patrones de papel de Ise para teñir las telas con motivos delicados. Comenzó a practicar la tablavela cuando era estudiante de primaria. Fue elegido como promesa de la tablavela para participar en los Juegos Olímpicos de Sídney. Después de graduarse de la universidad eligió convertirse en artesano. Sus obras se venden en grandes almacenes como Mitsukoshi de Nihonbashi. Está dispuesto a adentrarse a terrenos desconocidos en la industria y ha colaborado con diseñadores franceses, con quienes creó la obra llamada komon de París. Es miembro oficial del grupo de artesanos Asociación Kōgei de Japón.

Resalta lo atractivo que es. Hirose Yūichi es tintorero de Edo komon de cuarta generación del taller de teñido Hirose, que tiene 105 años de historia.

En un amplio taller en el distrito de Shinjuku, en Tokio, se enfilan muchas tablas de madera que se extienden siete metros. En esta superficie se tiñen telas utilizando un patrón de papel que va moviendo horizontalmente para imprimir motivos finísimos. La destreza del maestro se observa en la forma en que las uniones de los motivos resultan casi imperceptibles. Mantiene la temperatura y humedad adecuadas y agudiza al máximo su concentración, olvidándose incluso de respirar.

Se dice que el teñido Edo komon tiene sus orígenes en la prenda ceremonial kamishimo que utilizaban los guerreros del periodo Edo. Durante dicha época se incentivaba la frugalidad y continuamente se emitían leyes que prohibían el lujo, incluso llevar vestidos ostentosos. Sin embargo, los oriundos de Edo, fanáticos de la elegancia iki y de la moda, optaron por un teñido de la tela que de lejos la hacía parecer lisa y, de cerca, se revelaba ante los ojos con una delicada belleza: el Edo komon.

Los motivos no se limitan a los típicos shima (a rayas) y same (tiburón, por su parecido con la piel de este pez). Entre la gente de a pie se extendieron los motivos con significados auspiciosos, tales como saikoro (dado, relacionado con la buena suerte), nasu (berenjena, por un juego de palabras keganai, “sin pelo”, y keganai, “sin heridas”) o tōgarashi (chile, repelente de insectos, utilizado con el significado de ahuyentar a los malvados). La elección de los colores para teñir cada uno de estos motivos era también parte de la elegancia iki de Edo.

Desde la antigüedad hasta nuestros días, para los patrones de papel de Edo komon se utiliza el Ise katagami, hecho principalmente por maestros de patrones de la región de Ise, en la prefectura de Mie. Se extrae el néctar de caquis amargos para pegar tres hojas de delgado papel japonés washi creando la base del patron en la que se tallan delicados motivos con navajas. Los patrones resultantes son una combinación de papel y navajas de alta calidad, aunada a la precisión característica de Japón, por lo que se dice que pueden utilizarse sin problemas por más de 100 años.

En el paso katatsuke se coloca pegamento sobre la tela con el patrón. Se trata de una tarea sumamente delicada ya que la humedad en el taller varía, dependiendo del número de personas que se encuentren en el lugar, afectando la velocidad con la que se llevan a cabo. (Fotografía de Hanai Tomoko)
En el paso katatsuke se coloca pegamento sobre la tela con el patrón. Se trata de una tarea sumamente delicada ya que la humedad en el taller varía, dependiendo del número de personas que se encuentren en el lugar, afectando la velocidad con la que se llevan a cabo. (Fotografía de Hanai Tomoko)

Los movimientos elegantes y delicados de Hirose parecen fluir. No cabe duda de que fue un tablavelista promesa para los Juegos Olímpicos de Sídney. De deportista a artesano. ¿Alguna vez habrá dudado de su destino como heredero del negocio familiar?

“Mi padre me advirtió que sería mi última competición”

“Desde niño el taller era mi sala de juegos. Es posible que estuviera grabado en mi mente”, nos dice entre risas. “Observaba a los vigorosos artesanos con algo de admiración. Pensaba que algún día heredaría el negocio, pero contemplaba continuar practicando la tablavela hasta los 30 años en mi plan de vida. Un día, antes de partir al extranjero para participar en competiciones en mi cuarto año de universidad, mi padre sentenció de pronto: ‘Esta será tu última competición’. Mi abuelo, por su parte, me expresó sus expectativas: ‘Si estás dispuesto podrás hacerlo a cualquier edad, pero cuanto más joven seas, mejor’. Sus palabras acabaron con mi motivación deportiva y regresé a la mitad del encuentro”.

Sufrió la tristeza de abandonar el deporte, pero también fortaleció su determinación de hacer del negocio familiar su sustento.

“Visto en retrospectiva, no tener opciones fue bueno para mí, pues pude consolidar la determinación de no abandonar el negocio de la familia. Y, sobre todo, me enamoré del Edo komon”.

Fotografías de su época como tablavelista promesa para los Juegos Olímpicos de Sídney. Ahora, una de sus alegrías es deleitarse con sus hijos practicando el mismo deporte. (Fotografía de Hanai Tomoko)
Fotografías de su época como tablavelista promesa para los Juegos Olímpicos de Sídney. Ahora, una de sus alegrías es deleitarse con sus hijos practicando el mismo deporte. (Fotografía de Hanai Tomoko)

En 2023 cumplió 23 años en esta industria.

“Existen muchos motivos de Edo komon, pero el shima es representativo de la elegancia iki. Líneas rectas que nunca se cruzan. Cuanto más simple y sencillo sea el motivo, más difícil es el Edo komon, y es imposible disimular los errores. Un famoso maestro de patrones talló 30 líneas en una superficie cuadrada de tres centímetros de lado. Esto era ya una declaración de duelo al tintorero”, nos dice entre risas. “Se trata de una competición de orgullo entre artesanos. Creo que los tintoreros desean teñir las shima más finas posibles y comprendo que muchos maestros las consideren la culminación de su trabajo. Es un mundo en el que se intenta sobrepasar los límites del trabajo artesanal”.

Shima, a la derecha, es el motivo representativo de Edo komon, pero muchos otros diseños también eran muestra de la elegancia iki de Edo. Se dice que, dependiendo del tintorero, existen diferencias sutiles en los colores con los que se tiñe cada motivo. (Fotografía de Hanai Tomoko)
Shima, a la derecha, es el motivo representativo de Edo komon, pero muchos otros diseños también eran muestra de la elegancia iki de Edo. Se dice que, dependiendo del tintorero, existen diferencias sutiles en los colores con los que se tiñe cada motivo. (Fotografía de Hanai Tomoko)

Las palabras de Hirose están repletas de amor por el Edo komon. Al hablar animadamente de las dificultades y satisfacciones de su trabajo, incluso contagia a quien lo escucha.

Habrá herederos que no acaban de convencerse de que su destino es continuar el negocio familiar. Hirose, en repetidas ocasiones, nos dice que fue una suerte el haberse enamorado de su trabajo. Esto se puede considerar otro de sus talentos.

Chidori de París, una colaboración con Francia

Sin embargo, sus inicios fueron difíciles, pues no se vendían kimonos. Entonces ideó la fabricación de una estola teñida con Edo komon. Parecería algo extravagante, pero sus antepasados también se aventuraron a intentar nuevos desafíos. Inmediatamente después del fin de la Segunda Guerra Mundial, su abuelo, la segunda generación de tintoreros, creó corbatas que combinaban diseños tradicionales de Japón y Europa. Se vendieron como pan caliente durante el periodo de gran crecimiento económico y así pudo recuperarse del gran golpe que significó la guerra. De él heredó la capacidad de prever las tendencias futuras.

La perspectiva de Hirose se extiende al mundo entero. Todo comenzó en una exposición en la que participó en París. Fue invitado por la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas para impartir un taller que se convirtió en un estímulo gracias a las ideas y sensaciones que le transmitieron los estudiantes franceses, jóvenes libres que no se apegan a las reglas.

“Originalmente, el Edo komon era un teñido libre y elegante. El motivo chidori de París surgió después de pensar que lo que se debe conservar son las técnicas, por lo que no hay problema en adaptar los motivos a los tiempos. Adquirí el diseño ganador en una competición estudiantil y de este surgió una colaboración entre París y Edo komon”.

Komon de París, creado en 2023 como una colaboración con diseñadores parisinos. Se trata de un motivo que estuvo en boga durante el siglo XVII en Francia e incluso se utilizó en el suelo de parqué del Palacio de Versalles. Fue tallado en un patrón de papel y posteriormente teñido en la tela. También fue publicado en una revista francesa. (Fotografía de Hirose Yūichi)
Komon de París, creado en 2023 como una colaboración con diseñadores parisinos. Se trata de un motivo que estuvo en boga durante el siglo XVII en Francia e incluso se utilizó en el suelo de parqué del Palacio de Versalles. Fue tallado en un patrón de papel y posteriormente teñido en la tela. También fue publicado en una revista francesa. (Fotografía de Hirose Yūichi)

Recibió buenas críticas e invitaciones de importantes casas de moda del extranjero. Sin embargo, para eso sería necesaria la producción en masa. Cuando pensaba en qué forma podría expandir su negocio, se encontró con una obra de un tintorero de su generación.

“Era sumamente hermosa. Además de sentirme fascinado por la técnica de Edo komon, me hizo reflexionar sobre lo que yo había conseguido hasta entonces. Buscaba oportunidades en el extranjero para hacer cosas novedosas, pero me di cuenta de que quería teñirlo con mis propias manos”.

“También decidí que quiero perfeccionar mis técnicas de tintorero. En nuestros días, la inteligencia artificial puede imitar hasta las sutilezas del trabajo a mano. Pero eso no es lo que yo busco. Estoy convencido de que las cosas fundamentalmente hermosas surgen de las manos humanas. En el mundo de las artesanías tradicionales quizás no se presenten grandes innovaciones, por el contrario, lo mejor es avanzar poco a poco. Mi forma de pensar ha sufrido una gran transformación en una década”.

Aquí se encuentra Hirose a los 45 años.

Para su hija, que quiere ser una tablavelista mundial al igual que su padre, tiñó un kimono furisode que tituló naminori (montarse en las olas). Sobre un diseño tradicional de olas tiñó un patrón ryūhyō (hielo a la deriva) en colores esmeralda, azul y blanco que combinan con la piel quemada por el sol. En el forro utilizó un motivo de olas de color verde. (Fotografía de Hirose Yūichi)
Para su hija, que quiere ser una tablavelista mundial al igual que su padre, tiñó un kimono furisode que tituló naminori (montarse en las olas). Sobre un diseño tradicional de olas tiñó un patrón ryūhyō (hielo a la deriva) en colores esmeralda, azul y blanco que combinan con la piel quemada por el sol. En el forro utilizó un motivo de olas de color verde. (Fotografía de Hirose Yūichi)

“Las casas de moda del extranjero nos parecen lucir resplandecientes, pero no se olvidan de su historia y artesanía. Lo mismo sucede con el Edo komon”.

En 2022 fue uno de los nominados en los premios de la exposición de artesanías tradicionales de Japón y por fin consiguió convertirse en miembro oficial de la Asociación Kōgei de Japón. Fue un largo camino que le tomó nueve años desde su primer intento. Recibir las críticas de jueces estrictos seguramente le permitió observar sus obras con más objetividad. Nos dice que también aprendió a reconocer que, dependiendo de sus objetivos y la forma de alcanzarlos, cambia la manera de crear sus obras.

También nos habló sobre su futuro: “Existen artesanos que trabajan a pedido de los clientes y otros que hacen sus creaciones para después atraer a la clientela. En este momento, creo que soy capaz de hacer ambas cosas”.

En 2023 logró crear una estola denominada komon de París, en colaboración con diseñadores franceses. Gracias a la mejora de sus excelentes técnicas pudo crear una obra sin igual, capaz de comunicar al mundo los atractivos del Edo komon. Sin duda, esto le permitirá hacer historia.

El orgullo de este tintorero de cuarta generación es, definitivamente, atractivo.

Taller de teñido Hirose

  • Dirección: Naka Ochiai 4-32-5, distrito de Shinjuku, Tokio
  • Cómo llegar: 10 minutos a pie desde la estación de Nakai de la línea Seibu Shinjuku
  • Teléfono: 03-3951-2155
  • Sitio web oficial https://komonhirose.co.jp/hirose-senkoujou.html

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: El suelo del taller sigue siendo de tierra para conservar la humedad. En el fondo se observan las herramientas de teñido cuidadosamente ordenadas. Fotografías de Hanai Tomoko)

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