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Hacoa, artículos de madera para la vida digital

Cultura

Hacoa, una marca surgida gracias a la labor de los artesanos de Sabae (prefectura de Fukui) especializados en lacado, cala hondo, con el uso, por sus artículos de escritorio hechos de madera y de larga duración. Sus productos, fáciles de usar y de diseño refinado, son fruto de las técnicas más tradicionales.

Los grandes almacenes Tōkyū Ginza Plaza, inaugurados en la capital nipona en 2016, albergan una sección especializada en productos “auténticamente” japoneses denominada Find Japan Market. Este punto de venta, situado en las plantas sexta y séptima del edificio —según la forma de contar de Japón— está pensado para que los visitantes de otros países puedan encontrar una serie de artículos elaborados por artesanos de todo el país.

Aunque todas las marcas a la venta en este establecimiento destacan por su peculiaridad, llama la atención una en particular, Hacoa, que cuenta con una amplia variedad de productos (teclados, fundas para teléfonos inteligentes...) elaborados en madera de arce o de nogal. De las muchas firmas que se dedican a la elaboración de productos de madera que, a pesar de destacar por su calidad dejan que desear en lo que al diseño se refiere, Hacoa sobresale precisamente por su refinamiento. Sus artículos de uso diario no solo rezuman calidad en lo que a materiales se refiere, sino que también son dignos de elogio en practicidad y diseño.

Una marca surgida del declive del lacado

El taller Yamaguchi, en la ciudad de Sabae (prefectura de Fukui), se encarga de la marca Hacoa. Sin embargo, su actividad principal no era esta, ya que se dedicaba a la elaboración y venta de productos del arte tradicional del lacado. Su fundador y actual presidente, Yamaguchi Ryōji, goza de reconocimiento como maestro artesano. El nacimiento de Hacoa y de la nueva actividad que ello conllevaba se lo debe a su yerno, Ichihashi Hitoshi, que se ha convertido en la segunda generación al frente de la empresa.

Ichihashi se dio cuenta de que la actividad familiar peligraba debido a la baja demanda de productos lacados, motivada por los cambios en el estilo de vida de los japoneses. En la actualidad, no son pocos los hogares en los que este tipo de artículo solo se utiliza en Año Nuevo. El negocio de la laca corría el riesgo de desaparecer, de ahí que fuera necesario tomar cartas en el asunto con algo innovador: así fue como nació Hacoa en 2001.

“Pensamos que era necesario contar con productos que se adecuaran al estilo de vida actual. El nombre de la nueva marca guarda relación con la actividad que mejor hemos sabido llevar a cabo: trabajar la madera, antes de lacarla, para elaborar bandejas y cajas de varios pisos, entre otros. La denominación Hacoa representa nuestro deseo de destacar ese valor añadido de primera calidad, de ahí la a —de clase A—, de las cajas (‘hako’, en japonés)”, explica Sakurai Nao, responsable de la gestión de los establecimientos.

Quince artesanos trabajan en el taller de Sabae, muchos de los cuales tienen entre 20 y 39 años. Yamaguchi Ryōji, presidente de la firma, les enseña sus técnicas de artesano (imagen cortesía de Hacoa).

Un teclado de madera para darle un toque de color a la vida digital

En sus inicios, Hacoa solo contaba con una escasa decena de productos que vendía directamente en una tienda aneja al taller Yamaguchi. Con todo, la respuesta de los consumidores fue muy buena debido a que los artículos presentaban una combinación antagónica: la madera al servicio del mundo inorgánico de lo digital. El más representativo de ellos, un teclado completamente revestido de madera.

“El teclado de madera se creó pensando en aquellos clientes que nos habían comentado que la alergia a la resina representaba un problema a la hora de usar teclados de plástico y deseaban que hubiera algún modelo elaborado con materiales naturales. Además, le prestamos mucha atención al ruido del tecleo. Disponemos de dos modelos, uno de madera de arce y otro de nogal; ambos van cambiando de color con el uso y el paso del tiempo, pero el cambio no es malo”, cuenta Sakurai.

El teclado de madera de Hacoa se ha convertido en su producto más representativo.

El teclado se adapta perfectamente al toque de los dedos y el tacto de la madera es el propio de este material; el ruido del tecleo es suave. Se trata de un artículo que da un toque de color a la vida digital, que por norma general tiende a ser aburrida. Sin embargo, se vende caro en comparación con lo que cuesta ahora un ordenador: 91.800 yenes. “Son muchas las personas que se han interesado en Hacoa a raíz del teclado o que esperan poder comprarlo algún día”, afirma Sakurai. Este artículo es simbólico de la marca y se ha convertido en uno de los más cotizados entre quienes aprecian los productos de la firma.

Aprovechando las técnicas tradicionales de artesanía

Otro de los productos representativos de Hacoa son sus memorias USB de madera. Estos modelos, en cuya elaboración se ha aprovechado la belleza de maderas preciosas como la de arce, teca o palisandro, se hacen cortando una pieza de madera de un tronco —no se utiliza madera contrachapada, sino madera natural que se ha cortado según las medidas necesarias—, de ahí que las vetas de la pieza principal y de la tapa vayan unidas de forma natural. Otro punto destacable es la tapa, diseñada para que encaje perfectamente con el conector USB sin ningún tipo de tope o gancho; todo ello gracias a las técnicas cultivadas por los maestros de la artesanía tradicional.

Las fundas o carcasas para teléfonos inteligentes, que también se venden muy bien, son otro claro ejemplo de cómo se han aprovechado las técnicas más avanzadas. Se adaptan perfectamente a la mano gracias al maravilloso tacto de la madera natural pulida con sumo cuidado por los maestros artesanos tras haber cortado piezas enteras.

A la izquierda, memorias USB. A la derecha, tarjeteros.

Fundas o carcasas para iPhone. La madera va adquiriendo lustre con el uso.

Fundas para sellos, a la venta desde hace cuatro años. Se abren deslizando la tapa.

Productos a partir de seres vivos

Según Sakurai, el diseño de los productos se adapta a la temperatura y la humedad. “Los árboles son seres vivos, de ahí la dificultad de que conserven la misma forma durante todas las estaciones. En las épocas más húmedas, la madera se afloja, por lo que el diseño se hace pensando en que quede un poco justa, mientras que en invierno, una época de mayor sequedad, se busca una mayor holgura”, explica.

La madera es susceptible a los cambios de temperatura y de humedad, de ahí que pueda llegar a romperse con el uso; por ello, informamos a los clientes de antemano. Hay que dedicarle tiempo al cuidado posterior del producto: usar astillas, si se dispone de ellas, para las reparaciones, o si no es posible, masilla para madera, que sirve para tapar los huecos. La clave está en utilizar los artículos siendo consciente de las ventajas y las desventajas de la madera y apreciar los cambios que sufre con el paso del tiempo. Así es como se debe pensar cuando se compra algo de Hacoa.

En el almacén de madera del taller se guardan distintos tipos y tamaños de este material (imagen cortesía de Hacoa).

La tienda de Hacoa en Tōkyū Ginza Plaza tiene también servicio de reparaciones.

La importancia de los modelos de prueba

Hacoa presenta productos nuevos de forma mensual, pero siempre con un enfoque peculiar en lo que al desarrollo de sus artículos se refiere. “No estaría mal hacer...”; comentarios como este por parte de los consumidores o la opinión de los propios maestros se tienen en cuenta a la hora de diseñar productos que no solo sean prácticos, sino que también vayan a calar hondo. Por norma general, cuando se tiene idea del producto que se quiere, el siguiente paso es pedir a los diseñadores que se pongan a trabajar sobre la base de un boceto. Sin embargo, Hacoa no trabaja así: los diseñadores hacen el bosquejo e inmediatamente se produce un modelo de prueba. Esto, además de agilizar el proceso, permite darse cuenta enseguida de los aspectos que hace falta mejorar, por ejemplo. Cuando se tiene el modelo de prueba, se convoca una reunión de todo el personal dedicado a la producción para debatir sobre él. Una vez que todos los asistentes hayan llegado a un acuerdo sobre aspectos como las mejoras o el precio, se pasa a la siguiente fase: el proceso de fabricación. Uno de los puntos fuertes de Hacoa es precisamente la capacidad de sus trabajadores de hacer un modelo de prueba a partir de un boceto.

La firma gestiona directamente una tienda aneja al taller en Sabae, así como tres establecimientos en Tokio, uno en Yokohama, otro en Sendai y sendos comercios en Nagoya y Osaka. En marzo de 2017, abrió una tienda también en el Aeropuerto Internacional de Chūbū.

“En la actualidad, nuestros productos se venden en Taiwán, pero la tienda no la gestionamos nosotros. Nos gustaría tener establecimientos propios en el extranjero”, concluye Sakurai.

Son muchos los productos de artesanía que apetece utilizar como objetos decorativos, pero pocos los que, además de destacar por la delicadeza de su acabado, puedan usarse a diario. Gracias a su sitio web y a las redes sociales, Hacoa recibe muchos pedidos de otros países. Puede que no quede lejos el día en que una marca originaria de un lugar de provincias como Sabae acabe teniendo sedes fuera de Japón.

Imágenes: Nagasaka Yoshiki

(Traducción al español del original en japonés)

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