Personas solitarias y sin empleo: un problema creciente

Sociedad

Al tiempo que la economía japonesa comienza a regenerarse, está desarrollándose un problema social de trascendencia: cada vez hay más personas de entre 20 y 59 años solitarias y sin empleo. El profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Tokio, Genda Yūji, que ha acuñado el término “personas solitarias y sin empleo” (Koritsu mugyō, en japonés, o SNEP por sus siglas en inglés) advierte sobre este creciente fenómeno.

Una situación grave que avanza en la trastienda de la recuperación económica

Durante todo el año 2013 se ha hablado con optimismo de la economía japonesa. El índice Nikkei de la bolsa de Tokio registró valores al alza como no se había visto en seis años, e incluso parece que se logró mitigar el impacto negativo de la quiebra de Lehman Brothers y del Gran Terremoto del Este de Japón.

Una de las razones de esta recuperación económica es la fijación de un yen depreciado. Detrás de esto está el objetivo perseguido por el nuevo gobernador del Banco de Japón: la mayor flexibilización monetaria de la historia del país. Parece ser además que la recuperación ha estado liderada por la actividad de las empresas exportadoras, y se ha puesto freno a largos años de deflación. Igualmente, el índice de precios al consumo comenzó a experimentar una subida paulatina.

Además, se ha extendido el optimismo entre la sociedad desde que Tokio fuese elegida como sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020. El pretexto de las Olimpiadas ha contribuído a que, por el momento, continúe ampliándose la inversión pública. Así, con la inversión extranjera y simultáneamente con la fijación de una tendendia a asegurar beneficios con la venta del yen, la economía japonesa podrá segir por la senda del crecimiento.

No obstante, el futuro es imprevisible. A finales de los años 80, en la época de esplendor económico, pocas personas hacían caso a aquellos que advertían que ese momento de prosperidad no era más que una burbuja económica. Una recesión económica de más de 20 años sucedió a ese temporal auge. Incluso este momento de recuperación económica podría ser simplemente la antesala de otra burbuja. La historia lo dirá.

Así las cosas, en la trastienda de la recuperación económica continúa avanzando una grave realidad que vive la sociedad japonesa. Me refiero al aumento de lo que yo he bautizado como “personas solitarias y sin empleo”, o SNEP, por sus siglas en inglés (Solitary Non-Employed Persons). 

El término SNEP se ha extendido tanto que en 2013 fue elegida entre las 50 palabras del año en Japón.

Las SNEP prácticamente se duplicarán en una década

Las SNEP (personas solitarias y sin empleo) aún no son muy comunes en gran parte del mundo, ¿de qué tipo de persona estaríamos hablando? Dentro de las SNEP se incluyen a todas aquellas personas mayores de 20 y menores de 60 años que no tienen empleo, no han contraído matrimonio, y normalmente viven solas o con sus progenitores.

Al escuchar esa definición, uno visualiza inmediatamente al hikikomori. Pero la expresión hikikomori se refiere a esas personas que viven más de seis meses encerradas en su hogar sin salir.

Hikikomori es una palabra que se hizo popular en Japón a partir de la década de 1990. No obstante, aunque se hayan presentado casos particulares, se ha continuado sin aprehender el alcance total de esta problemática realidad.

Es posible, por otra parte, conocer al detalle cuántas “personas solitarias y sin empleo” hay gracias a una estadística que el gobierno realiza cada cinco años desde 1976. Esta investigación, llamada “Encuesta sobre la ocupación del tiempo y las actividades de ocio”, se realiza entre 20.000 personas del todo el país, que tienen que indicar lo que realizan en cada margen de 15 minutos durante las 48 horas de dos días completos elegidos al azar. En esa lista se incluyen las comidas, las horas de sueño, el estudio, el trabajo y todo lo referente a la vida diaria, e incluso se pregunta si han estado con alguien. La realidad de las SNEP se revela en las respuestas de los anexos.

Echemos un vistazo primero a cuántas SNEP hay. En 2001 había alrededor de 850.000 personas de esta categoría. Diez años después, el número de SNEP creció casi el doble, alcanzando aproximadamente 1.620.000 personas.

En Japón se denomina furīta (del inglés “freeters”) a aquellos jóvenes que después de graduarse en el instituto realizan únicamente trabajos de tipo temporal, y no buscan un empleo regular. Según una estimación del gobierno, actualmente el número de furīta podría ascender hasta las 1.760.000 personas aproximadamente.

Aunque el porcentaje de empresas que contratan a empleados temporales como los furīta sigue aumentando en el país, al mismo tiempo, el número de SNEP que ni siquiera pueden encontrar trabajos no regulares alcanza una escala prácticamente similar a la de los furīta.

Japón, a la vanguardia mundial al afrontar el problema de las SNEP

Ante esta realidad, es posible que incluso en el extranjero muchas personas piensen que Japón es un país sumamente extraño, en el que existe un gran número de personas solitarias y sin empleo. Sin embargo, no estoy seguro de que Japón sea el único país en el que hay muchas SNEP. La razón es que no hay ningún otro país que esté observando este fenómeno como Japón. Dicho de otra forma, Japón se ha adelantado a la hora de fijar su atención sobre el problema de las SNEP, y es digno de elogio que no haya dado la espalda a la gravedad del asunto.

Hay muchos países que realizan estudios periódicos sobre el uso del tiempo en los que se investiga de manera detallada la actividad que realiza la población durante todo un día, al igual que la encuesta sobre sobre el estilo de vida de la sociedad que se lleva a cabo en Japón. Es posible conocer la cantidad de SNEP que existen en cada país analizando esos estudios.

La soledad surge cuando las personas pierden la capacidad de relacionarse entre sí. Expuesta a una competencia internacional feroz, en muchos países la sociedad en su conjunto se está viendo arrastrada a esta situación, en la que influye también la crisis económica. Por ello preveo que el fenómeno de las “personas solitarias y sin empleo” no será exclusivo de Japón y que aumentará también en otras naciones del mundo. En primer lugar debemos avanzar en el análisis de la situación en cada país centrando nuestra atención en los datos.

Las SNEP ni siquiera utilizan internet

Empezando por un precedente en este tema, me gustaría presentarles la realidad de las SNEP en Japón. Hasta los comienzos del siglo actual las personas desempleadas que podrían convertirse en SNEP respondían a un perfil evidente. Era más fácil que aquellas personas que cayeran en la soledad fueran varones que habían perdido su empleo, en lugar de mujeres. Además era poco frecuente que personas con experiencia universitaria acabasen solitarias y sin empleo.

Por otra parte, entre las personas desempleadas, mientras que los jóvenes de alrededor de 20 años suelen mantener la amistad con sus compañeros de la época de estudiantes de secundaria, en los mayores de 30 tiende a hacerse más fuerte la tendencia a estar cada vez más aislados.

A propósito de esto, a partir del año 2000 ha habido un cambio considerable en esa tendencia, con un súbito incremento de mujeres y licenciados universitarios desempleados dentro de la categoría de las “personas solitarias y sin empleo”. Además, lo más característico es que está aumentando en gran medida el número de SNEP entre los jóvenes desempleados. Parece que ahora está predominando la tendencia al aislamiento social entre aquellas personas sin empleo, independientemente del sexo, la formación o la edad. Dicho de otro modo, una característica entre las personas desempleadas en Japón es la tendencia al “aislamiento generalizado”.

Al tiempo que se comenzaba a conocer el fenómeno de las SNEP, muchos atribuían la razón de su aumento a la influencia del uso generalizado de internet. Para muchos es suficiente con tener una conexión a internet en el PC o el móvil, aunque no sea para relacionarse con amigos expresamente. Por otra parte, también hay quien piensa que al concentrarse en los juegos online las personas se quedan sin tiempo para verse con amigos y conocidos.

No obstante, la realidad es bien distinta. Al mirar las estadísticas sobre el uso de internet entre las SNEP, comprobamos que muestran lo contrario. Tampoco hay demasiadas personas interesadas en los juegos online. Es, por tanto, difícil culpar a la generalización de internet del aumento en el número de SNEP. Parece ser que las personas aisladas, al perder el interés en las relaciones sociales, tampoco muestran interés en el uso de internet para obtener información.

Los esfuerzos para solucionar el fenómeno de las SNEP comienzan en las comunidades locales

¿Cómo viven las “personas solitarias y sin empleo” si no trabajan y tampoco se relacionan con otras personas? En realidad, 3 de cada 4 SNEP viven junto a sus padres. Además, comparados con las SNEP que viven solas, las SNEP que viven con su familia no ejercen una búsqueda activa de empleo y por norma general no tienen interés en trabajar.

Muchas de estas personas viven gracias a la pensión que reciben sus padres, que suelen ser personas de más de 70 años. Estas personas que ahora viven de los ahorros y la pensión de sus padres no podrán valerse por sí mismos después de fallecer estos. Japón, que continúa aumentando el presupuesto destinado a protección social, verá aumentado su déficit público si no pone freno al incremento de “personas solitarias y sin empleo”.  

¿Pero existe algún medio para frenar el aumento de SNEP? Me gustaría presentar aquí una propuesta del pueblo de Fujisato, en Akita, que podría ser un buen comienzo. Fujisato, situado en la entrada de Shirakami-sanchi, lugar considerado Bien Natural de la Humanidad, es una de las regiones donde más se ha hecho notar el envejecimiento de la población y el éxodo de los habitantes. En esta localidad, un especialista que trabajó en una residencia para personas de la tercera edad se percató de que la principal preocupación de los pacientes no era su vida ni su salud, sino que sus hijos e hijas aún seguían viviendo en la casa familiar, solos y sin empleo.

Finalmente, tras muchos esfuerzos, gracias a esos especialistas las personas que antes vivían como SNEP se han convertido en una pieza calve en esta localidad tan envejecida. Estas personas se dedican principalmente al transporte en coche de aquellas personas mayores que no pueden ir con facilidad a hacer compras, o se esfuerzan día a día en la elaboración y venta por correo de una especie de quiche utilizando Shirakami Maitake, el producto típico de la región. En esta región, con escasos recursos humanos, se espera de estas personas que se conviertan en un activo valioso para la comunidad. La solución a su situación de aislamiento es la confianza que la comunidad ha puesto en ellos.

No obstante, al tiempo que posamos nuestra mirada sobre el problema de la soledad, el reto de Japón como sociedad altamente envejecida continúa.

(Traducido al español de la versión en japonés)

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