Fragmentos de Japón

Los billetes de Japón

Sociedad

Aunque las tarjetas de crédito y el dinero electrónico se van imponiendo en todo el mundo, en Japón siguen predominando los billetes y las monedas, sobre todo en las provincias. Les ofrecemos algunos detalles sobre la historia del papel moneda japonés.

El papel moneda, shihei, en japonés, suele denominarse popularmente “osatsu”, vocablo que equivaldría a nuestro “billete”, aunque su nombre oficial es Nippon Ginkōken, esto es, billetes del Banco de Japón. El primero de ellos se imprimó en 1877 en la Oficina Nacional de Impresiones, que más de 140 años después continúa encargándose de esta labor. En el Japón actual, existen billetes de cuatro valores faciales distintos: 10.000, 5.000, 2.000 y 1.000 yenes. A lo largo de un año, la Oficina Nacional de Impresiones suministra unos tres mil millones de billetes al Banco de Japón. Si los colocáramos todos juntos, uno encima de otro, llegaría a una altitud de unos 300 kilómetros, el equivalente a la altura del monte Fuji ochenta veces. La vida media de un billete es de unos cuatro o cinco años para los de 10.000 yenes, mientras que los de 5.000 y los de 1.000 suelen “vivir” uno o dos años. El papel moneda sucio se corta en el Banco de Japón y se utiliza para elaborar productos reciclados como papel higiénico.

Los billetes en la actualidad

El billete de 10.000 yenes

Anverso:  Fukuzawa Yukichi (1835-1901), ilustre filósofo y educador que contribuyó a la modernización de Japón a finales del shogunato de los Tokugawa y durante la era Meiji. Se interesó por Holanda y por el idioma inglés, y a los 25 años se presentó como candidato para formar parte de una misión diplomática del sogún a Estados Unidos, candidatura que acabó siendo aceptada. Visitó diversos países y regresó a Japón con una gran cantidad de vivencias que contar. Fundó la Universidad Keiō. Destaca su obra Gakumon no Susume (El fomento del aprendizaje), famosa por su comienzo: “El cielo no ha creado a ningún hombre superior o inferior a otro”.

Reverso: ave fénix del homónimo salón del templo Byōdō-in, situado en la ciudad de Uji (prefectura de Kioto) y cuya construcción terminó en 1053. Esta ave es símbolo de buena suerte.

El billete de 5.000 yenes

Anverso: Higuchi Ichiyō (1872-1896), novelista. Entre sus obras, destacan Takekurabe (Comparación de estaturas) y Nigorie (Riachuelo de agua turbia). Falleció de tuberculosis pulmonar a los 24 años. Es la primera mujer en aparecer en los billetes japoneses.

Reverso: dado que una fémina ocupaba el anverso, se pensó que unas flores serían más adecuadas que un edificio o un animal, de ahí que se empleara una parte de Kakitsubata-zu, un biombo decorado con motivos de iris japoneses del pintor del período Edo Ōgata Kōrin y considerado Tesoro Nacional.

El billete de 1.000 yenes

Anverso: Noguchi Hideyo (1876-1928), médico y bacteriólogo natural de la prefectura de Fukushima. Viajó a Estados Unidos como investigador médico, labor que centró en las bacterias. Se lo conoce por sus hallazgos sobre la fiebre amarilla y la sífilis. Durante su labor investigadora en África sobre la primera de estas enfermedades, la contrajo y falleció a los 51 años en la colonia británica que a día de hoy es Ghana.

Reverso: vista del monte Fuji y unas flores de cerezo desde el lago Motosu.

El billete de 2.000 yenes

Anverso: Puerta Shurei, situada en el famoso castillo de Shuri, representativo de la prefectura de Okinawa. Este billete se emitió para conmemorar el cambio de milenio y la cumbre del G8 celebrada en Kyūshū y Okinawa en el año 2000.

Reverso: abajo a la derecha, la escritora Murashaki Shikibu (978-1016) y, a la izquierda, una escena, con leyenda, de La novela de Genji, una de las obras literarias japonesas más famosas en todo el mundo. Los billetes ya no se emiten en la actualidad, por lo que son escasos.

Una tecnología vanguardista contra la falsificación

Las medidas para evitar la falsificación de billetes son uno de los principales problemas derivados de su emisión. El Museo de la Moneda del Banco de Japón, situado en el barrio tokiota de Nihonbashi y de entrada gratuita, incluye una exposición dedicada precisamente a este tema, además de espacios en los que se pueden ver billetes y monedas reales elaborados hasta nuestros días y aprender más sobre la historia de la moneda desde el siglo VII. Las medidas de protección contra la falsificación se remontan a hace varios siglos: ya en el período Edo (1603-1868), los distintos clanes empleaban la técnica de las marcas de agua en los billetes que emitían para cubrir sus déficits.

1. Calcografía

Entre las mejores técnicas del mundo para evitar la falsificación de billetes se encuentra esta, que destaca principalmente por su eficacia para detectar papel moneda falso en cuya elaboración se haya utilizado una impresora o escáner. Este método de impresión se caracteriza por la elevación de tinta empleada. Otro de los puntos fuertes de la calcografía es su uso para imprimir en los billetes marcas que permitan a las personas con algún tipo de discapacidad visual distinguir unos de otros solo con el tacto. Los de 10.000 yenes llevan un diseño con forma de gancho; los de 5.000, un motivo octogonal; los de 1.000, una barra horizontal; y los de 2.000, el carácter “ni” (dos) escrito en braille.

2. Holografía

Los hologramas de los billetes de 10.000 y de 5.000 yenes pueden apreciarse según la posición en que se coloquen.

3. Marcas de agua

Esta técnica se diseñó precisamente para evitar la falsificación de billetes y consiste en incluir un dibujo que se observa al trasluz. Se elaboran cambiando el grosor del papel moneda y así se obtiene la impresión con un claroscuro.

4. Imágenes latentes

No son perceptibles a simple vista. Sin embargo, si se ladea un billete de 10.000 yenes, en la parte inferior izquierda del anverso podrá verse este número, mientras que en la parte superior derecha del reverso aparece la palabra “NIPPON”.

5. Tinta de brillo de perla

Si se ladea un billete, aparece una franja traslúcida de color rosa en los márgenes derecho e izquierdo.

6. Microletras

Las palabras “NIPPON GINKO” aparecen escritas en menor tamaño. Además, se combinan distintos diseños con letras grandes y pequeñas en el fondo de los billetes.

Microletras.

7. Tinta luminiscente

El sello del Banco de Japón, que aparece en el anverso, se torna de color naranja al exponerlo a una luz ultravioleta. Además, una parte de los motivos se ve en amarillo.

Tinta luminiscente.

Imagen del encabezado: principales billetes en circulación en Japón (cortesía de la página web de la Oficina Nacional de Impresiones, portal del que proceden todas las imágenes y los vídeos del artículo que carecen de pie de foto)

(Traducción al español del original en japonés)

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