Fragmentos de Japón

‘Depachika’, el paraíso subterráneo de la alimentación

Cultura

En los subterráneos de los grandes almacenes de Japón se puede encontrar una amplia variedad de alimentos: platos preparados, comida para llevar, productos frescos, dulces, bebidas alcohólicas... Estos puntos de venta se transforman en consonancia con los cambios en el estilo de vida para así satisfacer las necesidades de su clientela. Son el lugar perfecto para comprobar, de un solo vistazo, los hábitos alimentarios de los japoneses.

‘Depachika’: paraísos de la alimentación

Tartas que parecen joyas; establecimientos centenarios dedicados a la venta de dulces tradicionales; té japonés de primerísima calidad; pescados, mariscos, verduras y frutas frescos; carnes exquisitas; comida italiana y china para llevar; sushi y pan; quesos de importación y bebidas alcohólicas de todo el mundo. Todo esto y más se puede encontrar en los subterráneos de los grandes almacenes de Japón, paraísos de la alimentación que reciben el nombre de depachika, palabra formada al combinar ‘depa’, de ‘depāto’ (‘grandes almacenes’) y ‘chika’ (‘sótano’, ‘subterráneo’)

Puesto especializado en ensaladas.

El origen de los depachika

Que los grandes almacenes tengan sus plantas dedicadas a la alimentación en los sótanos se debe a que es más fácil instalar todo lo necesario para estos puntos de venta —cámaras de refrigeración, agua corriente, gas, etc.— en estas plantas que en las superiores, además de por la amplitud del espacio. La comodidad para transportar la mercancía desde el aparcamiento subterráneo resulta otro factor importante. Algunos establecimientos ofrecen platos recién hechos, de ahí que sea necesario disponer de más de una planta bajo tierra: una para la tienda y otra para la cocina.

Puesto especializado en tempura cuyos productos se comercializan recién hechos gracias a su cocina, situada en la parte posterior.

Son muchos los clientes que se dirigen a la sección de alimentación una vez realizadas sus compras en otras plantas, de ahí que conviniera más que esta última se encontrara en los sótanos, más cercanos a la salida. Además, estos suelen estar conectados con el metro o el aparcamiento, por lo que es posible acceder al establecimiento cómodamente, sin importar el tiempo que haga: si llueve, el cliente no se moja; si hace calor, no tiene que caminar en la calle.

La proporción que representan las ventas de alimentos en los beneficios totales de los grandes almacenes aumenta cada año(*1). A pesar de que sus precios son superiores a los de los supermercados, el cliente tiene la sensación de que los productos de los grandes almacenes son de mayor calidad, de ahí que vendan más. Por este motivo, las cadenas de estos establecimientos se esfuerzan por habilitar sus subterráneos para ofrecer un espacio original dedicado a la alimentación y potenciar así el crecimiento de sus ventas en general.

Puesto de comida para llevar con cocina en la parte posterior.

Un reflejo de la realidad social

Los primeros grandes almacenes inaugurados en Japón fueron los Mitsukoshi, que comenzaron a funcionar en 1904. A estos les siguieron diferentes cadenas en todo el país. La primera en contar con un depachika fue Matsuzakaya; lo inauguró en su establecimiento de Nagoya en 1936. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad de la década de 1990 cuando comenzó a utilizarse esta denominación. En el año 2000, los grandes almacenes Tōkyū decidieron renovar la sección de alimentación de su establecimiento Tōyoko, en Shibuya; varias revistas, entre otros medios de comunicación, cubrieron esta importante renovación y contribuyeron así al auge de los depachika. Además, se renovó la imagen de estos comercios para adaptarse a las necesidades de más personas: a partir de ese momento, los subterráneos de los grandes almacenes no serían solo el lugar al que acudir para comprar los obsequios que dicta la tradición, sino también para adquirir regalos más normales y corrientes, como los que se les hacen a los amigos con motivo de algún viaje o a los socios comerciales en señal de agradecimiento.

Los cambios en la sociedad, como la mayor incorporación de la mujer al mercado laboral, la transformación del estilo de vida y el envejecimiento de la población, repercuten también en la actividad de los depachika. Por ejemplo, ahora hay una mayor oferta de platos preparados, pensados en las personas que trabajan. Además, algunos puestos permiten al consumidor hacerse su propia comida eligiendo pequeñas cantidades de diversos platos, una propuesta dirigida a quienes viven solos. Los subterráneos dedicados a la alimentación se transforman también para adaptarse a las tendencias de los consumidores, como la popularidad de los dulces entre las mujeres. En definitiva, se han convertido en lugares imprescindibles en el comercio a gran escala por su capacidad de atraer al público. De hecho, ya los podemos encontrar incluso en las estaciones de tren.

Pescadería en los subterráneos de Shibuya Seibu, en el barrio tokiota de Shibuya (Jiji Press).

 Los hábitos alimentarios de Japón en una sola planta

Una vuelta por estos lugares sirve para hacerse una idea de cuáles son los hábitos alimentarios del Japón actual, así como para comprar un recuerdo curioso o un obsequio. Los establecimientos cambian de aspecto en función de los días festivos nacionales y de las estaciones, de ahí que sea posible encontrarse tanto las últimas tendencias como los productos más tradicionales. Además, cada cadena busca la manera de publicitar aquellos productos que solo se pueden adquirir en ella; no son pocas las que permiten degustar lo que venden.

Los establecimientos más famosos de todo Japón instalan puestos en los subterráneos de los grandes almacenes. Aquí, un ejemplo de Matsuzakaya Ginza, en Tokio (Jiji Press).

Por si todo esto fuera poco, muchos establecimientos afamados de distintos lugares de Japón instalan puestos en los subterráneos de los grandes almacenes, e incluso se puede comprar comida para llevar de restaurantes con estrella Michelín y platos elaborados con los más exquisitos ingredientes. Por otra parte, es posible adquirir todo tipo de alimentos frescos, como pescado, pero también procesados, como croquetas o empanadillas chinas. De hecho, a veces hay demostraciones de su elaboración.

Las distintas renovaciones de los puntos de venta hacen de los depachika lugares donde se crean tendencias, por ejemplo, en el sector de los dulces: muchas marcas de chocolate se han hecho famosas en ellos; el auge de los postres elaborados con té verde en polvo, matcha en japonés, también se produjo allí. En los días previos a San Valentín, una visita a los subterráneos de unos grandes almacenes permite ver una selección increíble de chocolates de todo el mundo.

Algunos subterráneos de grandes almacenes en Tokio

  • Tōkyō Daimaru: tiene acceso directo desde la estación de Tokio. Destaca por su selección de comida para llevar y de dulces, con una cincuentena de establecimientos de estos últimos. El primer piso de los subterráneos lo ocupan las cocinas de los establecimientos.
  • Nihonbashi Takashimaya: destaca por ofrecer sabores propios de establecimientos centenarios. Otro de sus puntos fuertes es la posibilidad de comer en la azotea lo que se ha comprado en los subterráneos. Al piso más alto se accede en ascensor, acompañado de una de las clásicas ascensoristas japonesas ataviadas con uniforme y guantes blancos.

Imagen del encabezado: vendedora ofrece un dulce de batata morada a los clientes en los subterráneos de unos grandes almacenes.

(Traducción al español del original en japonés)

(*1) ^ La proporción era del 28,3 % en diciembre de 2012 según datos de la Asociación Japonesa de Grandes Almacenes.

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